"Aquí hay menos gente, puedes traer con más tranquilidad al perro y hay mucha más variedad de productos". Pablo Salinas degustaba ayer una hamburguesa mientras sus hermanas, Lola y Carmen, tomaban comida japonesa. La familia se reunió en torno a la mesa para disfrutar de una jornada de fiesta en el paseo del Bombé, al que acudieron atraídos por la amplitud del espacio, las zonas verdes, el buen tiempo y la tranquilidad con la que se pudo disfrutar de la comida y bebida al calor del sol que regó las terrazas de los catorce hosteleros que se han llevado el restaurante al Campo San Francisco. "Hace un día muy guapo", señalaron los integrantes de un grupo con el que se encontraba también Verónica Pérez, que vive en Inglaterra.

No pudo, sin embargo, resistirse a la nostalgia y voló a su ciudad natal para no perderse la ocasión. "He venido para disfrutar de San Mateo", celebró la ovetense en la diáspora mientras disfrutaba de la oferta gastronómica del Bombé. A unas mesas de distancia se encontraban Chema Martínez con sus hijas, Mar y Sofía, que se acercaron al Campo San Francisco en cuanto terminaron sus jornadas en el colegio y el trabajo. Comieron en las terrazas del Bombé, donde se prepararon para contemplar después el desfile del Día de América, en el que las niñas tenían especial interés. "Una amiga suya sale con un traje de asturiana", explicó el padre para desvelar los motivos del interés de las pequeñas.

"Hemos decidido aprovechar el buen tiempo, venirnos aquí a comer y a esperar a la mamá para ver luego las carrozas", indicó Chema Martínez mientras sus hijas despachaban un par de perritos calientes y una ración de croquetas. Encantada con las actividades que se celebran en la zona, la familia ya se acercó el domingo al concierto del grupo "Petit Pop", que se celebró en el Campo San Francisco, donde se concentran la mayor parte de las actividades infantiles de San Mateo.

"El Bombé está funcionando muy bien aunque es un espacio nuevo en el que se empezó a trabajar el año pasado. Se está asentando", apuntó tras el mostrador Rodriga Roza, uno de los catorce que ha decidido llevarse su oferta culinaria al Campo San Francisco, donde los hosteleros están tan contentos como sus clientes. Las virtudes del lugar para los negocios, de hecho, coinciden con las de quienes se acercan a celebrar San Mateo. "Aquí puedes dar un paseo, sentarte tranquilamente a comer o a cenar y estás rodeado de zonas verdes", relató Rodrigo Roza mientras preparaba hamburguesas con carne de "un productor asturiano, para potenciar el producto local". Resumió que en el Bombé está representado "el sector hostelero de toda la ciudad" y de ahí que las propuesta gastronómica sea muy diferente a la que proponen las asociaciones que gestionan los chiringuitos del centro, donde el bocadillo es el gran protagonista. Un producto que también se pide en las barras de la parte alta del Campo pero que se acompaña de tacos, sandwiches y otros bocados rellenos, generalmente, de comida más elaborada. "Nos preocupamos mucho de traer una buena oferta", remató Rodrigo Roza mientras los clientes abarrotaban las terrazas para disfrutar del día de sol.