Cambio de manos en el Calatrava. El fondo de inversión británico Alpha Real Capital, que compró en 2014 el centro comercial de Buenavista al grupo holandés Multi Development e ING, ultima ahora su venta a otro grupo. Sin que hayan trascendido todavía los detalles de la operación, fuentes del centro han admitido que están "en un impasse". Por otra parte, según ha podido saber este periódico, una delegación de los responsables del centro comercial visitó hace sólo unas semanas el espacio y canceló las campañas publicitarias previstas para el arranque de 2018.

Aunque la venta del Calatrava podría estar ya cerrada, lo más probable es que se trate de un proceso largo de transición en la titularidad del centro comercial, como ya sucedió en 2014 cuando pasó de manos holandesas a británicas. La operación coincide además en un momento en que Alpha Real ha iniciado otros procesos de desinversión en España. Es el caso, hace siete meses, del centro comercial H2O en Rivas Vaciamadrid. En este caso Alpha Real llegó a un acuerdo con la estadounidense CBRE, que compró el 70% del complejo y dejó a los británicos como minoritarios aunque los mantuvo de socios operativos del centro.

A falta de conocer más detalles de la operación sobre el centro comercial de Buenavista, la realidad de los tres años del Calatrava en manos de Alpha Real Capital se resume como un intento fallido de relanzar la gran superficie. El grupo británico se alió en esta aventura con la consultora JLL, a la que encargó la gestión del centro comercial. Con ellos, y con la denominación de "Modoo", con la que los anteriores dueños habían sustituido "Espacio Buenavista", llegaron unos planes que en 2014 incluían la "estrategia definida" de "consolidar y dar un giro, terminando de anclar el centro con actividades de ocio". Eso era lo que explicaba en su día el director de gestión de centros comerciales de JLL, Antonio Mora, a LA NUEVA ESPAÑA.

Los planes de relanzamiento incluían algunas reformas del espacio, se llegó a hablar de la construcción de unos cines y la captación de nuevas marcas.

La terca realidad enfrentó a JLL y Alpha Real con una situación muy distinta. Las firmas comerciales siguieron abandonando el centro comercial, especialmente las pertenecientes al grupo Inditex, siendo la última en dejar libre su tienda Pull & Bear. Y las pretendidas reformas también encontraron problemas burocráticos por las complejidades del recinto que es también Palacio de Congresos.

A pesar de lo avanzado de la operación de venta del centro comercial de Buenavista, donde todavía mantienen el tirón firmas como Primark o El Corte Inglés, las fuentes oficiales de la gestora del espacio, JLL, evitaron ayer dar más detalles sobre el futuro del centro.

"Nunca debería haber existido un centro comercial en el Calatrava", dice Rubén Rosón

Entre los revulsivos más demandados por los comerciantes de Buenavista para recuperar buena parte de la actividad perdida en el Calatrava está la instalación de salas de cine. "Si los hubieramucha gente evitaría ir a las afueras o a centros comerciales de otros concejos", defiende la comerciante Celia González, descontenta con la oferta de ocio en el interior del edificio del Palacio de Congresos y por la ausencia de actividades relacionadas con la Navidad durante las últimas fiestas. "Otros años al menos ponían una carroza para hacerse fotos".

Otros se muestran más conservadores y piden mimar a la resistencia empresarial del Calatrava. "Hay que cuidar más a las tiendas que se quedan", reclama el hostelero Javier Cobreros, con un bar cen las cercanías del centro comercial. El hostelero asegura conocer la situación de algunos de los empresarios fugados del espacio de Buenavista y anima a rebajar los alquileres y promover nuevos congresos que generen tejido económico en el barrio. "Los congresos se dejan notar para bien, pero es necesario volver a los niveles de 2008 para que los beneficios lleguen a todo el barrio", defiende.

El tripartito, por su parte, centra sus esfuerzos en recuperar la actividad congresual, desmarcándose de las apuestas por otras iniciativas privadas. "Nunca debería haber existido un centro comercial en el Calatrava", señala el concejal de Economía, Rubén Rosón. El edil de Somos califica de "despropósito" el centro comercial que atribuye a una alianza entre el PP y el PSOE para repartirse "intereses, posibles negocios y pufos" y apunta directamente al actual delegado del gobierno. "El sueño de Gabino De Lorenzo ahora es la pesadilla del barrio de Buenavista", declara el concejal.

Respecto a los congresos, Rosón saca pecho y afirma que se multiplicaron por seis los eventos y asistentes al Calatrava desde su llegada al gobierno. "A nuestra llegada era un espacio sin vida, un contenedor de hormigón", denuncia el concejal, satisfecho porque, a su juicio, "los números demuestran que el trabajo que hemos puesto en marcha da resultado".