Han pasado 18 años desde que las asturianas Chipi Tornos e Isabel Pedemonte abrieron las puertas de lo que hoy es un referente de la lencería y la moda íntima, aunque pensada para lucir fuera. La Costa del Algodón comenzó como un proyecto ilusionante de dos amigas "que provenían de mundos diferentes y con personalidades distintas, una pragmática y la otra soñadora, pero con algo en común: un criterio estético que mezcla la sobriedad y la modernidad", afirman. Empezaron ahondando en el mundo de la ropa de cama, lo que les permitió indagar de manera profunda en tejidos, colores, técnicas artesanales de costura y estampación. Y, con esa base, se adentraron en la lencería y el "lounge wear" que reflejan en batas y kaftanes que han conquistado a los centros comerciales más prestigioso del mundo, a las editoras de moda más importantes y a celebridades de la talla de Nicole Kidman o influencers como Gala González. Y todo desde su taller en la calle Santa Teresa de Oviedo.

"El proceso creativo comienza en Asturias. Aquí hacemos los diseños, elegimos las telas y desarrollamos los goache sobre papel, que se trasladan de forma digital a la fábrica de estampación y confección que está en Portugal, un país muy afín, que entiende nuestra estética, y en el que conseguimos los tejidos y colores que deseamos para nuestras prendas", dicen.

Pero su lugar de origen no sólo es el punto en el que tienen su base creativa. "Es fácil dejarse cautivar por Asturias. Es naturaleza al descubierto, con los colores de su cambiante mar, la intensidad de sus verdes, bosques, montañas, caliza? es insuperable. Por eso no nos planteamos salir de aquí, son nuestras raíces". De hecho, el nombre de la firma, proviene de la unión de "el algodón como materia prima y un lugar imaginario situado en la costa atlántica europea", cuentan. Y es que sus diseños son perfectos para un amanecer en una casa indiana, un atardecer en un hotel de los Picos de Europa o junto a cualquiera de los arenales del Principado. Pero también para cualquier mujer que desee sentirse bella y libre en cualquier punto del planeta. "Visionamos a nuestras clientas como unas `musas modernas'. Mujeres con criterio, naturales y cercanas. Y son ellas las que deciden cómo y dónde usar nuestras prendas". Y es que aunque muchas novias o invitadas a una cita especial han escogido sus diseños para lucir en las horas previas o posteriores al evento, su vida es mucho más larga. No son prendas pensadas para un momento puntual y que vuelven al armario. "Con nuestras prendas queremos reivindicar el lujo bien entendido. Es decir, el silencio creativo, la artesanía, la delicadeza, la emoción, la sensualidad y la atención a los pequeños detalles", aseguran. Y es precisamente todo eso lo que esconden cada una de sus piezas.

La delicadeza es la línea argumental que guía todas sus colecciones. Tejidos ligeros que se adaptan al cuerpo como mouselinas de algodón, terciopelos de seda, satenes italianos, encajes, algodones orgánicos? se utilizan para diseños suaves, que envuelven en mundos de ensoñación, sensualidad, estilo y elegancia a la mujer que los lleva puestos. Sus estampados propios, la confección artesanal y la atención personalizada con la clienta en todo el proceso son los complementos que convierten La Costa del Algodón en ese nuevo lujo. En el que no solo se busca una marca, un logo o una prenda, sino un estilo de vida. Una experiencia y un "plus" que haga referencia de verdad al estilo propio. Porque como ellas mismas explican "vestir bien es sinónimo de conocerse, de no romper la naturalidad de tu estilo y sentir la moda como algo íntimo. Debes imaginarte dentro de una prenda para hacerla tuya después".

Este año se han visto en la gran pantalla gracias a "La Librería", de Isabel Coixet. Pero no es la primera vez que les pasa. Su batas y camisones ya formaron parte de otras películas de renombre como "Los Otros". A pesar de ello, no se acostumbran. "Somos las primeras sorprendidas con todo esto". Aunque, Tornos y Pedemonte no pierden el foco. "Crear una empresa de lujo supone una gran exigencia. Reinvertir para crecer, que nuestro proyecto sea reconocido, no perder el entusiasmo y la obstinación que siempre nos ha acompañado?" Por eso, sus pasitos, aunque lentos y muy pensados, siempre les llevan hacia delante. "Este año presentamos por primera vez dos colecciones. 'Private collection' es la propuesta de invierno, con telas más densas como el 'satin silk' y los terciopelos de seda en tonos verdine, pruno y dorado. Y en junio verá la luz 'En plein air' (Al descubierto), un derroche de telas luminosas y sugerentes que hará de la colección una fiesta", dicen emocionadas. Son de mirada coherente y tienen claro que su éxito reside en mantenerse fieles a su esencia y a los orígenes que las vieron nacer como firma en el año 2000, pero sus planes de futuro miran hacia una mayor presencia internacional, hacia una ampliación de colecciones, y a una mejora de la plataforma de venta y promoción online. "Para acceder más y mejor al mundo", aseguran. Eso sí, siempre desde casa, que se está muy bien.