El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, está abierto al diálogo con el Ayuntamiento para tratar sobre el futuro del martillo de Santa Ana, solar en ruinas del Antiguo que es propiedad de la Iglesia y en el que el tripartito pretende habilitar un parque urbano. Eso sí, como ya sucedió con la polémica a cuenta del denominado IBI de la iglesia, los portavoces de la Diócesis dejaron claro que el interlocutor de Sanz Montes debe ser el alcalde, Wenceslao López (PSOE).
La propuesta de negociar con el Arzobispado la construcción de un parque en el ruinoso martillo de Santa Ana fue lanzada por el concejal de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), una vez conocido que el Servicio de Patrimonio del Principado ha iniciado un expediente sobre la situación actual y el futuro del solar, a partir de una denuncia de la Asociación Vecinal Oviedo Redondo. En concreto, este colectivo emplazó a la administración autonómica a que "ejerza su función de vigilancia, protección y conservación, y ponga fin a las décadas de abandono de esta ruina en el corazón de Oviedo". Además, respalda que el martillo de Santa Ana se convierta en un parque, al menos mientras no se concreten otros usos para esta parcela.
"Improvisación"
Para el PP, la propuesta del parque supone una "improvisación" y la "enésima demostración de la total ausencia de ideas y de proyectos de ciudad que tiene el tripartito". El principal grupo de la oposición subraya que el martillo de Santa Ana, en la confluencia entre las calles Santa Ana y Canóniga, es propiedad de la Iglesia y que, en consecuencia, el Ayuntamiento no tiene competencia sobre ese solar. Por ello, emplaza al tripartito a "aclarar cuanto antes si se está planteando la expropiación de la finca", ya que, de lo contrario, el PP considera que la iniciativa "no pasaría de ser un brindis al sol y un anuncio propagandístico más".
Los populares, con Agustín Iglesias Caunedo en la Alcaldía, plantearon para el martillo de Santa Ana la construcción de un museo de la ciudad ligado al Santo Sudario. "Nuestra propuesta se presentó tras haber negociado y hablado con el Arzobispado que es el propietario de los terrenos, con un edificio que no desentonaría en el entorno y que, además, supondría un foco de atracción de visitantes", sostiene el PP.
