Los aficionados al fútbol y a la selección española no pueden seguir el Mundial en las terrazas de Oviedo por la ausencia de un permiso municipal pendiente de tramitar. Es la queja que expresó ayer el presidente de la junta local de la patronal hostelera Otea. David González Codón sostiene que llevan más de dos semanas esperando por una respuesta de la concejalía de Urbanismo a su petición del visto bueno para poder sacar pantallas de televisión a la calle solo durante los partidos. El descontento se suma al que genera el retraso en la publicación de la programación de actividades culturales para el verano, ante lo que temen pérdidas de ingresos.
A juicio de los hosteleros ovetenses, la situación los pone en desventaja respecto a los establecimientos de otros municipios cercanos en los que la administración local sí autorizó temporalmente las pantallas en las terrazas. "En Gijón y en Avilés no les ponen trabas", sostiene el representante de la patronal en Oviedo, en declaraciones a este periódico. Está convencido de que se debe a una cuestión de falta de interés municipal por su actividad económica. "Hay cierto desdén hacia cualquier cosa que sirva para animar la oferta hostelera", afirma.
Desde el sector subrayan el hecho de que en eventos deportivos similares del pasado se autorizó "sin ningún tipo de problema" la posibilidad de sacar las televisiones a las terrazas para favorecer el seguimiento de los partidos por parte de los clientes. Se trata de un permiso "excepcional", según los empresarios, sólo para impulsar el consumo en los establecimientos hasta el desenlace de la competición, cuya final se disputa el 15 de julio.
Hacen un llamamiento al concejal de Urbanismo, el edil de Somos Ignacio Fernández del Páramo, par que haga "un sencillo trámite", a su entender, para tratar de aprovechar los partidos restantes de la competición y que sirva a los hosteleros para hacer mejor caja en el inicio del verano. "Somos conscientes de que la ordenanza lo prohíbe, pero en otras ocasiones se veía la excepción provechosa para el sector", manifiesta el propio González Codón.
A la falta de interés por parte del gobierno local de permitirles reforzar su oferta de ocio en las terrazas se suman las quejas mostradas ante la ausencia de una programación de actos culturales estivales cuando sólo falta un día para el comienzo del verano. Los propietarios de los establecimientos advierten de una importante merma en sus ingresos motivada por la mala planificación y los retrasos en la tramitación de la contratación de eventos por parte de la Fundación Municipal de Cultura. "Si el tiempo no acompaña y la gente no aprecia una oferta de actividades alternativas se va a otros lugares donde las tengan", critica el presidente la junta hostelera.
Trámites lentos
El atasco en la administración local no pilla por sorpresa a los dueños de bares, restaurantes y sidrerías. Sin ir más lejos, recuerdan lo sucedido en la campaña de Navidad, cuando la actividad estrella de las fechas festivas, la pista de hielo, también llegó con retraso. "Ya entonces perdimos clientela y ahora tememos que ocurra lo mismo", avisan ante un verano con buenas previsiones de visitas, en riesgo de quedar empañado "si no se corrigen" estos problemas.
Sobre los motivos de los retrasos, eluden pronunciarse. "No sabemos exactamente cuál es el problema", admite el presidente de la junta local de Otea. De todos modos, tienen claro quiénes son los principales damnificados por no disponer de una programación aprobada y anunciada con suficiente antelación como para incrementar las reservas hoteleras. "Los que pagamos las consecuencias somos los empresarios, al ver que los clientes no encuentran los alicientes suficientes para quedarse en la ciudad", añade el empresario.
