El taconeo flamenco inconfundible de "Los Vivancos", el dominio de los instrumentos musicales, sus bailes trepidantes -cercanos a los números del circo, donde muchos trabajaron- y su capacidad de llenar todos los espacios del escenario con una puesta en escena envidiable convencieron ayer a los asistentes a su espectáculo en el Campoamor. La actuación de la gira "Nacidos para bailar" de los hermanos catalanes -en la imagen- destinó parte de los ingresos de su recaudación a ayudar a niños con necesidades especiales.