De las cinco plazas a subinspector ofertadas por promoción interna, una ha quedado vacía. El motivo, según diversas fuentes del tribunal, consultadas por este periódico, es que la psicóloga de la Universidad de Oviedo encargada de hacer el psicotécnico no lo consideró apto en el apartado de actitud (aunque sí en el de capacidad, donde obtuvo un 7, la tercera mejor nota entre los cinco candidatos). Eso fue lo que motivó el supuesto enfado de la jefa de Bomberos que habría pedido al tribunal no dejar esa plaza libre. Sin embargo, en determinados círculos del Rubín se atribuye el resultado de las pruebas a una especie de venganza contra el candidato excluido. Según el entorno próximo a este bombero, la imposición de una prueba psicotécnica se hizo para dañar a este candidato por haber acudido como testigo de la familia del bombero Eloy Palacio en el juicio por la indemnización. No obstante, las bases de esta convocatoria, publicadas en junio de 2016, incluían ya que habría tres pruebas dentro de la fase de oposición: de conocimientos, supuestos prácticos y el psicotécnico, y que las tres serían obligatorias y eliminatorias.