Júlio Resende (1982, Faro, Portugal) entiende la música como una forma de vida y la vida como la música. Estudió Filosofía al mismo tiempo que convertía el piano en su profesión y al final tuvo que elegir entre la carrera académica y la profesional. Se quedó con la segunda y hoy es uno de los músicos más respetados de su país con mayor proyección internacional. Fadista, amante del jazz e integrante de la banda de rock "Alexander Search" junto a Salvador Sobral (ganador del Festival de Eurovisión 2017) tira de improvisación siempre que puede. Resende ofrece mañana un concierto gratuito en el Museo Arqueológico de Asturias, a las 20.00 horas.
- ¿Puede adelantar parte del contenido del concierto?
-Partirá todo desde la premisa que rige mi vida y mi música; la libertad. Básicamente viajo por las canciones para revelar al público sus secretos, Tocaré temas tradicionales portugueses, fado y piezas mías originales con el objetivo de transmitir belleza, impactar y emocionar. También interpretaré algún tema del disco que le dediqué a la reina del fado Amália Rodrigues. Es la primera vez que iré a Oviedo. Estoy entusiasmado porque es una oportunidad para darme allí a conocer.
- En uno de sus temas aparece la voz de Amália Rodrigues. ¿Cómo lo consiguió?
-Soy el único músico al que le han concedido ese honor. Se lo solicité al director de la casa disquera que edita su música, Valentin de Carvalho. Cuando utilicé la voz de Amália Rodrigues en uno de mis temas esperaba tener muchas malas críticas, pero todo fueron halagos.
- ¿Fado, jazz o rock?
-Con todos. Mi lenguaje es la música, los sonidos. Trabajo con eso independientemente de los géneros. Adoro improvisar y el jazz tiene mucho de eso. Me encanta la sensibilidad y la fuerza telúrica del fado porque muchas veces habla de la tierra y el mar. El rock es una mezcla de los deos géneros anteriores.
- ¿Por qué es tan importante la improvisación para usted?
-Porque me recuerda a la vida. La improvisación musical es como la vida, nunca sabes lo que va a venir. Por ejemplo, siempre procuro tocar jazz de una forma diferente, aunque no me considero un músico de jazz, un "jazzman". Soy un músico que ama el jazz y un improvisador.
- ¿Cómo conoció a Salvador Sobral?
-Fue hace mucho tiempo, cuando Sobral no era conocido. Nos encontramos en una "jam session" (un encuentro informal de improvisación) y nos dimos cuenta rápidamente de que hablábamos el mismo idioma musical. Acabamos colaborando y le ayudé a producir discos. Jamás pensamos que los dos íbamos a despuntar o alcanzar fama. En su caso, yo sabía que cualquiera que lo escuchara interpretar sus temas se iba a quedar prendado. Sobral tiene un mundo interior muy rico y muchas historias que contar. Fue una suerte que la televisión le haya ayudado a difundir su arte. El tema "Amar pelos dois" ("Amar por los dos") que cantó en Eurovisión el año pasado es toda una declaración de intenciones. Me hace feliz el éxito que ha alcanzado y el giro de su nueva vida profesional. Además, es estupendo que haya superado sus problemas de salud. (Salvador Sobral pasó por un trasplante de corazón en febrero).
- ¿Siempre tuvo claro que quería ser músico y reinterpretar el fado?
-La verdad es que sí. Me sentí músido muy pronto. Empecé a tocar el piano a los cuatro años y desde entonces no puedo pasar sin un teclado cerca para improvisar, componer o sólo tocar. También estudié Filosofía, pero no podía compatibilizar los conciertos nocturnos y los viajes continuos con la carrera.
- ¿Qué proyectos tiene tras la actuación en Oviedo?
-Volveré a Portugal para hacer un concierto con la banda de rock en Faro, en el Algarve y más adelante actuaré con Salvador Sobral. Tengo actuaciones y planes profesionales en España, Portugal y Alemania, al mismo tiempo lanzaré un disco nuevo de piano y electrónica, en el mes de octubre. El single que ya ha salido se llama "Fado Cyborg".
