La concejala del PP en el Ayuntamiento de Oviedo María Ablanedo atribuyó ayer los problemas surgidos durante un concierto de Oviedo Filarmonía en el centro social del Cortijo a la "demagogia" del tripartito de llevar actos a los barrios "sin tener en cuenta las condiciones en los que se desarrollan".

Los músicos se vieron afectados por el ruido del bar del equipamiento municipal, cuya separación de la sala donde tenía lugar el recital se limitaba a una mampara. Una situación que para la edil popular "supone que las personas que acuden a disfrutar de la actuación no puedan hacerlo en óptimas condiciones".

Ablanedo quiere dejar claro que desde las filas populares están a favor de llevar la cultura a los barrios de la ciudad, pero considera necesario para determinadas actividades "facilitar que todos los ciudadanos tengan oportunidad de acudir y acceder al Auditorio, a los teatros y museos de la ciudad que son los recintos adecuados". A juicio de la concejala del PP, "igual que no se puede celebrar una fiesta de prao en el Campoamor, tampoco se puede hacer un concierto en un centro social".