Noche bruja en el Paraguas. El dúo "Antón Menchaca" ofreció ayer su repertorio de tonada cambiada, con composiciones como "Onde la neblina posa", "Anda y señálame un sitiu" o "Adiós la mio vaca pinta", interpretadas con honestidad y la intención de buscarle otra vuelta de tuerca al género. El guitarrista Pedro Menchaca acompañó las composiciones buscando las notas justas y algo cambiadas para llevar las composiciones tradicionales a otro lugar, una especie de tejido musical extrañado. Sus bases engancharon, crearon tensión y fueron moldeando también la voz precisa y arriesgada en los matices de Belén Antón. El ambiente del Paraguas, íntimo y familiar, ayudó a buscarle los tres pies al cancionero tradicional.