La Corredoria despidió ayer a "toda una institución en el barrio". Varios vecinos y representantes vecinales de la zona coincidieron en utilizar esos términos para referirse a la figura de Luis Miguel Fernández, quien fuera presidente de la sociedad de festejos San Juan desde los años ochenta hasta su fallecimiento, el pasado miércoles, a los 62 años, durante el funeral celebrado en la parroquia San Juan Bautista.

Fueron muchos los que recordaron entre lágrimas algunas de las vivencias compartidas con "el alma de las fiestas" de La Corredoria. "Era muy buena persona, siempre colaboraba con todo y a pesar de la enfermedad siguió luchando mucho tiempo como un campeón", explicaba con la voz entrecortada su amigo Jaime Fidalgo.

Acostumbrado durante más de 30 años a "pelear" con los políticos para sacar adelante los festejos, Luismi recibió halagos el día de su despedida, desde la izquierda y desde la derecha. Uno de los primeros en llegar a la iglesia fue el concejal de Festejos, el edil de Izquierda Unida Roberto Sánchez Ramos, todavía conmovido por la mala noticia. "Fue un personaje ejemplar y una de las personas que más luchó para conseguir unas fiestas populares en Oviedo", indicó el edil en referencia a su papel como presidente de uno de los tres colectivos pioneros en regentar casetas en el Antiguo durante las fiestas de San Mateo. "Era entrañable, solidario y cariñoso", añadió Sánchez Ramos, amigo del fallecido "desde los años 80".

En la misma línea se pronunció el exconcejal del PP en el Ayuntamiento y exalclade de barrio de La Corredoria, Alfonso Pereira. "Fue un trabajador infatigable al que los vecinos le debemos muchas cosas", indicó Pereira, destacando especialmente su legado en materia de festejos. "Cada año se superaba más con las fiestas y encima colaboraba con el fútbol, con la cabalgata y con lo que hiciera falta", subrayó el exedil popular a la puerta de la iglesia.

Tampoco faltaron algunos compañeros de fatigas del mundo del fútbol. María Luisa Urbaneja, fundadora del San Juan de La Carisa a finales de los años noventa, valoró muy positivamente el trabajo realizado por Luismi Fernández en favor del fútbol femenino. "Tiró por un equipo de chicas cuando nadie lo hacía y en el mundo del fútbol no quedaba otra que poner dinero del bolso porque no había subvenciones", explicó Urbaneja en relación al papel del fallecido como uno de los fundadores del Bar México, primer equipo de fútbol de féminas de la ciudad, germen del Oviedo Moderno, ahora Real Oviedo.

Su legado como directivo y fundador del club de fútbol SCDR La Corredoria, llevó también a muchos representantes del mismo a la despedida. "Era una institución y es normal que haya tanta gente para decirle adiós", comentaba el presidente del club y amigo de Luismi, Alfonso Alonso.

Además de los elogios al fallecido por su labor deportiva, asociativa y festiva, también recogió parabienes por su grandeza personal. "Era una persona excelente y su pérdida es irreparable tanto para la familia como para los que lo apreciábamos un montón", indicó el vecino Abel Pérez, con el que Luismi solía tener siempre "conversaciones muy amenas y entretenidas".

El funeral fue oficiado por Bernardo Granda, nuevo párroco de San Juan Bautista de La Corredoria desde hace escasamente una semana, pero impresionado por las buenas palabras de la comunidad religiosa del barrio hacia el fallecido. "Soy todavía nulo conocedor de la parroquia, pero la gente me dice que se ha ido una persona que luchó mucho por el barrio", señaló el sacerdote en su homilía.