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Así es mi cole

Un cole "con muchas cosas que molan"

Los niños del Príncipe de Asturias de Las Regueras no utilizan libros de texto, aprenden Matemáticas con palillos y se pasan las clases hablando entre ellos

La profesora Reyes Garzón, con cuatro de sus alumnos de Infantil. FERNANDO RODRÍGUEZ

Xurde Argüelles tiene seis años y se aplica en poner la fecha en su cuaderno rayado sobre el pupitre del aula de primer curso de infantil del colegio público Príncipe de Asturias en Santullano, capital del municipio de Las Regueras. "En el colegio hacemos muchas cosas que molan, hacemos rectas métricas, dibujamos y trabajamos mucho", dice sin que nadie le pregunte y sabiendo que su profe, Reyes Garzón no le escucha.

Xurde escribe en el cuaderno pero no tiene libros de texto. El colegio, al que acuden 94 niños de Infantil a Primaria, decidió eliminarlos hace años y desarrollar la educación cooperativa. Lo explican la directora, Marta Corrales y la secretaria, Paloma Martínez, que es además profesora de Educación Física y tutora de 5º y 6º de Primaria.

La idea es casi la antiescuela, se pide a los niños que hablen constantemente entre ellos. Si antes en el cole se reñía a los parlanchines ahora se gestiona de otra manera, se les pide que compartan, que hablen. Eso sí, todo tiene una medida, y en este caso son los decibelios. "En las tablets tenemos una aplicación que es un gato y que si los decibelios suben demasiado rompe la pantalla", explica Paloma Martínez. Pero hay otra técnica que a los peques les gusta más y que también sirve para que bajen el volumen de sus conversaciones, "los culos en pompa". Los pequeños se colocan de rodillas en sus sillas y acercan las cabezas para hablar, "así lo hacen más bajo", subraya la profesora.

Esta es una de las estrategias que se pusieron en marcha en el colegio para potenciar otro modelo educativo. Todo empezó, recuerda la directora, cuando la mayor parte de la plantilla del centro eran profesores fijos y con ganas de emprender nuevos proyectos, tiraron por la educación cooperativa, "Este año hay profesores nuevos y pensamos que nos iba a costar más pero se han involucrado en el proyecto y funciona muy bien", asegura la directora. Cierto que esta situación supone también un trabajo extra para los profes veteranos que tienen que enseñar a sus colegas que son cosas como el ABN, aprendizaje basado en la numeración, con el que se imparte la asignatura de matemáticas.

La directora lo define como "una técnica de cálculo mental muy manipulativa que se basa en la descomposición de los números". Para ello utilizan palillos "que sirven para eliminar conceptos como las sumas o restas con llevadas". Los palillos están agrupados de diez en diez y atados con gomas, para sumar cien hay que coger diez paquetes pero si quieres que sean 95 tienes que abrir uno de los paquetes y quitar cinco palillos. Todo lo hacen tocando "y mientras ellos piensan que están jugando con palillos están aprendiendo matemáticas", subraya la secretaria del colegio Príncipe de Asturias. Poco a poco los palillos van desapareciendo según los niños avanzan en edad y se dan cuenta de que tienen muchos más conocimientos de matemáticas de los que pensaban.

La friki del ABN en el colegio es la profesora de infantil, Reyes Garzón que también se encarga de adentrar en esa disciplina de estudio de las matemáticas a los padres de los alumnos.

La comunidad de Las Regueras está muy involucrada con el colegio, no solo los padres de los alumnos que acuden a dar charlas y contar su experiencia profesional o que han ayudado a decorar las aulas, sino también el ayuntamiento. Los niños del Príncipe de Asturias se afanan estos días en un concurso de dibujo. El Ayuntamiento al pedido al cole que lo organice con el objetivo de que de las aulas del centro salga el cartel del próximo certamen de la castaña valduna. Qué mejor que un cartel dibujado por un niño del colegio del pueblo para un certamen gastronómico en el que se vuelca toda la localidad.

En Las Regueras todo funciona de otra forma, los tiempos son distintos y el escenario también. Los pequeños utilizan las nuevas tecnologías, las viejas y lo que sea necesario pero por encima de todo está la comunicación alumnos, profesores y padres.

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