La oposición municipal arremetió ayer contra el tripartito por el creciente deterioro que aprecia en el Campo San Francisco, cuya mejora es considerada "una prioridad" tanto por el PP como por Ciudadanos (Cs). Sin embargo, a juicio de ambas formaciones, el gobierno que preside el socialista Wenceslao López "no ha hecho nada" para revertir la situación del gran "pulmón verde" de la ciudad en los tres años y medio que van de mandato.

"El gobierno local ha reconocido, por boca de Ana Rivas, edil de Infraestructuras, su fracaso, al manifestar que no tienen dinero ni tiempo para las obras que el Campo San Francisco necesita", apunta el concejal popular Fernando Fernández-Ladreda, quien ya avanza que va a concluir el mandato sin que el tripartito haya hecho nada por proteger el enclave. "Ni por sus fuentes, ni por sus paseos, ni por sus edificios emblemáticos, ni por su fauna, ni por su vegetación", apunta el edil. A su entender, "lo único que se ha obtenido en estos tres años y medio es un diagnóstico participado sobre el Campo y su entorno, algo que no ha servido para cumplir con el compromiso de protección realizado por el tripartito al inicio del presente mandato".

"Hemos insistido hasta la saciedad en la necesidad de actuar a fondo, pero no hemos encontrado acogida", añade Fernández-Ladreda, que se muestra muy pesimista sobre el resultado del concurso para el entorno del Campo que ha convocado la Concejalía de Urbanismo.

"Símbolos"

Desde Ciudadanos, su portavoz, Luis Pacho, afirma que "símbolos como el Campo forman parte del ADN de todos los ovetenses y merecerían un cuidado especial por parte del gobierno municipal". Sin embargo, "lejos de eso, el tripartito ha dejado que el parque San Francisco se vaya deteriorando cada vez más, sin haberlo tenido nunca como prioridad en estos tres años y medio de gobierno".

Además, el portavoz de la formación "naranja" considera "ridículo" que "haya que acudir a un concurso de ideas para reparar el deteriorado mosaico del paseo de los Álamos, teniendo en cuenta los retrasos que implica poner en marcha estos procesos participativos". "Si hubieran tenido voluntad, lo habrían incluido en los presupuestos ordinarios y habrían ejecutado ya las obras ", sentencia Pacho.