La concejala de Atención a las Personas, la socialista Marisa Ponga, anunció ayer la aprobación parte de la junta de gobierno de una partida de 1,27 millones de euros destinados a ayudas contra la pobreza infantil. La cifra supone 300.000 euros más que el año 2017 y el incremento busca evitar la situación del año pasado cuando 357 familias quedaron excluidas por falta de fondos a pesar de cumplir con todos los requisitos de la convocatoria.

Ponga anunció que, además de un incremento de los fondos, se modificaron las condiciones del expediente para garantizar que todos los concurrentes que cumplan los requisitos perciban algún tipo de ayuda. Para ello, se establecerá un sistema de prorrateo. Inicialmente, cada beneficiario percibirá 700 euros, pero en caso de que los fondos escaseen se concederán ayudas inferiores proporcionales a los niveles de pobreza de cada caso en particular.

La edil prevé un aumento de las solicitudes y reconoció la existencia de un efecto llamada. "Cada año la información de esta línea llega a más gente y es lógico que crezcan las solicitudes", apuntó.