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Los jóvenes talentos de la música ovetense

El Conservatorio Profesional ha reconocido a cuatro alumnos de fagot, flauta, piano y oboe como los mejores del curso pasado

Los jóvenes talentos de la música ovetense

Fagot, flauta, piano y oboe. Esas son las especialidades de los cuatro mejores alumnos de la última promoción del Conservatorio Profesional de Música de Oviedo "Anselmo González del Valle". Un tribunal especializado analizó el expediente académico de ocho candidatos y puntuó la interpretación que hicieron de dos obras sobre el escenario. Al final, los mejores fueron Gabriel Ordás (piano), Irene Herrador (oboe), Covadonga García-Truébano (flauta travesera) y Santiago Segovia (fagot). Cuatro músicos con trayectorias y sueños muy diferentes a lo que les une el haberse formado en Oviedo.

Gabriel Ordás (Oviedo, 19 años). Es un caso peculiar. Se ha llevado el premio al mejor expediente por la especialidad de piano, pero su amor por la música va más allá. Cursa el segundo año del grado superior de Composición en el Conservatorio Superior de Música Eduardo Martínez Torner, primero de piano en el mismo centro y asiste a clases de violín con Lev Chistyakov. Además, compone una ópera desde 2015. Su trayectoria es abrumadora con sólo 19 años. Empezó su formación a los 5 años y compone desde los 12. Es autor de cuarenta obras que han interpretado varias orquestas como la OSPA, Oviedo Filarmonía y otras formaciones europeas y americanas. Galardonado con el Premio Nacional de Enseñanzas Artísticas Profesionales, está a punto de estrenar una ópera de cámara con la asociación cultural "La Castalia". "Interpreté 'Fantasía en Do Menor', de Mozart como obra obligatoria y la última pieza para 'Romeo y Julieta' de Prokofiev", explica Ordás, que destaca el alto nivel técnico de la primera pieza.

Covadonga García-Truébano (Oviedo, 18 años) se enamoró del sonido de la flauta travesera de pequeña. Entró como alumna en la Escuela Municipal de Música con la mente puesta en el piano, pero al oír a otra niña tocar la flauta cambió sus planes. "Acabo de empezar Comercio y Marketing en la Universidad y no descarto hacer el grado superior en el Conservatorio", comenta.

Santiago Segovia (Oviedo, 18 años) está en Madrid desde mediados de año tras superar las pruebas de acceso al Conservatorio Superior por la especialidad de fagot. El músico John Falcone le dio clases particulares de pequeño y desde entonces no ha dejado de buscar la excelencia: "Me dedico al 100x100 a la música". Sus compromisos quizás le impidan acudir mañana al concierto del Día de Santa Cecilia en el Conservatorio Profesional a las 20.30 horas y recoger personalmente el premio de fin de grado.

Irene Herrador (Palencia, 19 años). Empezó a estudiar música en su ciudad con 8 años y siempre por la especialidad de oboe. Años más tarde se trasladó a Oviedo y se matriculó en el Conservatorio Profesional. El día de la audición ante el tribunal del premio fin de grado interpretó piezas de Charles Colin y Mozart. Ahora estudia el segundo curso de Economía por itinerario bilingüe en la Universidad de Oviedo y analiza con calma su futuro musical: "Puede que posponga el grado superior de oboe hasta que acabe la carrera".

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