"La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es un mal de las tuberías, de los conductos por los que sale y entra el aire; es crónica y muy común". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Pere Casán, director del área del pulmón del HUCA y catedrático de Neumología en la Universidad de Oviedo, que habló de una enfermedad causada en gran medida por el tabaco.

La EPOC tiene en España una prevalencia del 10%, el doble que el asma. En Asturias el porcentaje llega al 17 por ciento, como señaló Casán. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, tos, mucosidad y silbido. La enfermedad se diagnostica a partir de una espirometría y midiendo el aire que sale. Un buen modo de prevenir la EPOC es poner fin al consumo de cigarrillos. "El mejor método para dejar de fumar es levantarse un día por la mañana y escupir sangre", señaló.

Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría, presidente de la Real Academia de Medicina del Principado de Asturias, encargado de presentar el acto celebrado con motivo del Día Mundial de la EPOC, señaló que entre los factores que provocan el mal también se encuentra la contaminación del aire en locales cerrados, la contaminación exterior y los polvos y productos químicos que se inhalan en el ambiente laboral.

Tanto Pere Casán como Bobes coincidieron en afirmar que se trata de una de las patologías crónicas más frecuentes en adultos y sobre la que hay mucha desinformación entre la población en general. Los doctores también llamaron la atención sobre el hecho de que en Asturias se fuma por encima de la media española y hay un alto porcentaje de mujeres que tienen el hábito.

Los componentes del tabaco que producen EPOC con más frecuencia son la nicotina y elementos irritantes.