La Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento hizo llegar el viernes a la plataforma vecinal de Santa Marina de Piedramuelle una carta en la que rechaza las diferentes peticiones realizadas por los residentes de la localidad ovetense para mejorar la seguridad en la antigua carretera a Grado, a raíz del accidente mortal del motorista Ovidio Sánchez el pasado 17 de noviembre.

El Estado descarta la colocación de badenes reclamada por los vecinos porque "afectaría negativamente al tráfico de autobuses urbanos, motos y bicicletas" y considera que aumentaría "las molestias por ruido en las viviendas próximas" al vial.

Del mismo modo, Fomento resta importancia al deterioro de la calzada. Reconoce que existen "desconchones" superficiales, pero niega que estos afecten al tráfico de vehículos y también defiende que los límites de velocidad están bien señalizados y en cuanto a las aceras, subraya que las mismas son competencia "de otras administraciones".

La respuesta ha generado malestar entre los vecinos y no descartan promover movilizaciones para insistir en sus demandas ni "buscar otras soluciones" para reducir la siniestralidad en una carretera que califican de "peligrosísima".