Las promociones de alumnos de Bachiller del Seminario Metropolitano de Oviedo entre los años 1960 y 1962 se reunieron en el que fue su centro educativo. Fueron una treintena que quisieron recordar los viejos tiempos a la vez que agradecer a sus profesores la formación recibida, que les permitió ampliar horizontes.

El encuentro consistió en una celebración eucarística en la iglesia del Seminario, a la que dio continuidad una comida en la que recordaron los buenos tiempos pasados en el centro educativo. De todos ellos sólo tres terminaron siendo curas.