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El camino de los puertos

El recorrido de Montefurado a Arbeyales y Pontenova es una sucesión de paisajes de montaña, salpicado de prados, cuevas y pueblos abandonados

El camino de los puertos

La ruta que va de Montefurado a Cova Xan Rata, Chagozo, Arbeyales y Pontenova comienza su recorrido en el pueblo de Montefurado, por el que pasa el Camino de Santiago. Una pista a la derecha, según se baja del Puerto del Palo, marca la senda.

La pista va por debajo de la carretera, por la ladera de la Sierra del Palo. Es necesario ignorar el primer desvió que sale a la izquierda, prácticamente al inicio de la pista. Al cabo de un rato aparece otro a la derecha, que discurre por una loma cimera, entre los valles de las Fontanias y el Chagozo. Se continua por la pista que gira a la derecha para dirigirse hacia la Braña de Vallinadosa.

A medida que se realiza el descenso se contemplar el descarnado paisaje que presentan las laderas de la Sierra del Palo. Poco después se ve a la derecha la Cueva de Xan Rata. Echando la vista atrás se obtiene una excelente vista de Montefurado y del valle que está a la izquierda.

La cueva es una galería, con una pequeña entrada, al igual que de las muchas que existen en la zona excavada en tiempos de la ocupación romana para la extracción de oro. El camino prosigue por la pista que desciende ligeramente hacia la braña de Vallinadosa, a los pies de la Fana la Freita.

Poco después aparece un desvío a la izquierda. Antes merece la pena descender unos metros hasta el fondo del valle, para ver a la derecha La Fana la Fretia, el vestigio más espectacular de los abundantes restos de explotaciones auríferas romanas que se pueden encontrar por todo el suroccidente asturiano.

Un poco antes del cartel informativo sobre la ruta de los Teixos se encuentra un camino que sale a la izquierda, que lleva a los prados de la Braña de Vallinadosa. Al pasar el ultimo prado se llega al lugar conocido como Chagozo, de donde sale una pista a la izquierda que debe ignorarse.

La ruta continua por la pista de la derecha, que desciende por el fondo del valle dando un ligero giro hacia la derecha. A medida que avanza el descenso se llega al Valle del Caución, donde existen unos estrechos prados atravesados por el serpenteante arroyo Rollón o de Vallinadosa. Al final de los prados hay que cruzar el reguero que se interna en un estrecho valle llamado A Garganta, donde el firme del camino se vuelve peor.

A partir de aquí se entra en una zona espectacular, con pequeñas cascadas. El camino discurre bajo empinadísimos y rocosos canchales. Al poco se pasa por un robledal, a cuya salida se entra en una zona desarbolada, fruto de los múltiples incendios que antaño asolaron esa zona. El camino se estrecha bastantes veces y discurre por la ladera que mira al este del valle.

Llega un momento en que el camino da un giro pronunciado a la izquierda, para perder altura y poco después otro a la derecha, desde donde se contemplan las aterradas laderas de Pontenova y Caleyo de Abajo. Poco después se llega a Arbeyales. La carretera desciende ligeramente hacia la aldea de Pontenova, a donde se llega después de cruzar el reguero de Pumarín.

La aldea está prácticamente deshabitada, mereciendo la pena internarse en el pueblo para ver los preciosos detalles de sus construcciones y hacernos una idea de cómo eran las condiciones de vida. El recorrido avanza por la carretera que salva fuertes pendientes a través de varios zigzags. Según se sube desde el fondo del valle se pasa junto a las aldeas de El Caleyo, San Pedro y Villar de Castanedo, hasta la As-14, desde donde se puede ir de nuevo a Montefurado.

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