- ¿Contento?
-Cómo no voy a estarlo. Aunque es cierto que tengo sentimientos encontrados. Fui yo el que tomó la decisión de presentarme al concurso de la Maestranza, siempre fue un teatro al que me sentí muy vinculado, siempre me hizo tilín, pero también me da pena irme de Oviedo, son quince años y me vienen a la cabeza muchas cosas. Siento pena y nostalgia, pero en la vida hay que buscar nuevos retos. Estos años en la Ópera de Oviedo han sido muy fructíferos para mí y creo que también para la ciudad y para Asturias. Me voy muy contento.
Javier Menéndez (Oviedo, 1972) es desde 2003 director artístico de la Ópera de Oviedo. Deja el cargo y el próximo mes de febrero se incorporará como director general al teatro de la Maestranza de Sevilla, que ayer anunció su nombramiento.
- ¿Cuándo tomó la decisión de irse de Oviedo?
-En cuanto salió la plaza de Sevilla, a principios de octubre. Lo hablé con Alicia (su esposa, Alicia Suárez Hulton), me animó muchísimo y me lancé. Era un concurso oposición. Envié el currículum y éramos diecisiete, a unos cuantos nos pidieron un proyecto, luego hubo entrevistas personales y ahora han tomado la decisión, ha sido un proceso largo pero tranquilo. Por mi parte ha sido una decisión.
- Se va usted a un teatro bastante más grande que el Campoamor.
-Conozco la Maestranza y conozco a gente que trabaja allí. Es un teatro con muchas más posibilidades técnicas que el Campoamor. Se abre un mundo de colaboraciones. Encajar algunas producciones en Oviedo era un trabajo de orfebrería.
- ¿Se marcha en el mejor momento?
-Me voy muy satisfecho de abandonar el barco así, aunque siempre estaré para lo que me necesiten, en un momento en que la Ópera de Oviedo tiene una buena velocidad de crucero gracias a un gran equipo. Cerramos esta temporada con récord de venta de entradas en taquilla, lo que es una grandísima satisfacción. Ha sido un año de importantes éxitos artísticos, especialmente por el estreno de "Fuenteovejuna".
- ¿Qué le espera a su sucesor?
-La persona que venga se va a encontrar muy cómoda. Oviedo tiene un público que ama la ópera. Sea quien sea tendrá un apoyo incondicional del equipo de la Ópera de Oviedo y del público.
- La opinión general es que usted y Jaime Martínez modernizaron la temporada ovetense.
-Hicimos muchas cosas cuando era muy difícil hacerlo. Respeto y admiro muchísimo el trabajo de Luis Bartolomé al frente de la Ópera en los años 90, era médico y por las tardes programaba la Temporada de Ópera. Nosotros lo profesionalizamos, lo que impuso un sello radicalmente distinto a lo que había. El mérito está también en el tremendo trabajo que habían hecho los responsables anteriores. Sí que logramos una mayor difusión e hicimos un trabajo constante con nuevos artistas. Cuando llegamos había dieciocho funciones y ahora hay veintitrés.
- ¿Capearon la crisis?
-Como pudimos. El equipo de esta casa siempre navegó junto y tuvimos el apoyo de la directiva y el patronato en momentos muy difíciles. Siempre fue maravilloso trabajar con Jaime Martínez. Pero hubo momentos duros, bajaron muchísimo las subvenciones y subió el IVA del 8 al 21 por ciento.
- ¿Con qué producciones se queda?
-La "Electra" de mi segunda temporada, en 2004, me trae muchísimos recuerdos porque ya no están unos cuantos de aquellos artistas. La "Jenufa" de 2005, "Ariodante"... Son muchos recuerdos. También la "Norma" o el "Peter Grimes", que en colaboración con la Ópera de Londres fue uno de los puntos más altos a los que ha llegado esta casa en coproducciones con otros teatros.
- ¿Habrá colaboraciones entre Oviedo y el teatro de la Maestranza?
-Ojalá. Yo estoy abierto a ello. Oviedo y la Maestranza ya han producido un "Don Carlo" y también hemos colaborado con el Liceo de Barcelona, donde trabajé antes de llegar a la Ópera de Oviedo.
