"Los psicofármacos resultan de gran ayuda a tantos pacientes a los que les cambia la vida que no me atrevería a decir si se recetan en exceso; el caso es que han contribuido a curar a muchas personas y también son de gran utilidad en el trabajo diario de los médicos". Así lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA Celso Iglesias, psiquiatra, jefe de los servicios psiquiátricos del área del Nalón y presidente de la Sociedad Asturiana de Psiquiatría, quien intervino en el Club de Salud de LA NUEVA ESPAÑA.
"Utilizar bien y racionalmente los medicamentos es usarlos de forma adecuada a las necesidades clínicas, en la dosis justa y durante un periodo de tiempo determinado", añadió Iglesias, que tampoco pasó por alto la tendencia actual a prescribir psicofármacos para resolver los "problemas de la vida". "Ante ese sufrimiento la ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tan eficaz como unas pocas palabras bondadosas", dijo parafraseando a Freud.
El doctor Iglesias apoyó sus argumentaciones en datos y mencionó casos concretos que se ha encontrado a lo largo de su práctica clínica, en la que ha visto cómo a pacientes que llegaban a la consulta sumidos en la desesperación, la buena administración de ansiolíticos o antidepresivos los ayudó a remontar y a seguir adelante.
"Existe un problema de consumo excesivo de ansiolíticos, pero sobre todo porque están siendo utilizados para tratar cosas como el malestar emocional, cuando la gente se enfrenta a un duelo en el tanatorio", señaló Iglesias. A su modo de ver resulta preocupante la dificultad que tiene la sociedad actual para aguantar la expresión de las emociones. "No pasa nada por estar tristes", indicó.
Además, tomar tranquilizantes no sale gratis. Los efectos secundarios oscilan entre la somnolencia, la sedación, la pérdida de memoria o la debilidad muscular, sobre todo en personas mayores. "Además, provocan dependencia. Muchas veces quedamos enredados en tratamientos que no se sabe si sirven de algo o no, pero de los que no podemos prescindir".
Con Celso Iglesias estuvo el doctor Manuel Amadeo Barrial, médico en el centro de salud de Sotrondio y presidente de la Sociedad de Medicina Rural de Asturias, buen conocedor de la realidad de la atención primaria, para la que reivindicó la atención que se merece.
"Somos la puerta de entrada al sistema, también en el caso de la salud mental; es muy importante atender bien a los pacientes", aseguró. Cuando el tratamiento del centro de salud no responde el paciente suele derivarse al siguiente estadio de la sanidad. "A nosotros nos corresponde realizar esa valoración". Los doctores explicaron que España se sitúa en la media europea en el consumo de psicofármacos. Asturias supera la media española en la ingesta de antidepresivos. También crece la tendencia a tomar medicamentos para poder conciliar el sueño.
