Los investigadores de la Policía Nacional descartan que el octogenario hallado muerto en su casa de Ciudad Naranco falleciese a consecuencia de un ataque violento a pesar de que el cuerpo apareció con un golpe en la cabeza y en medio de un charco de sangre. Los informes de los agentes de la Policía Científica, que ayer estuvieron casi cinco horas recogiendo pruebas en la vivienda en la que apareció el cadáver --en el número 15 de la calle Menéndez y Pelayo-- apuntan a que el hombre sufrió algún tipo de desvanecimiento y se golpeó a consecuencia de la caída.

El cuerpo del fallecido, con iniciales L. Z. S., fue hallado por su propio hijo. Según explicaron algunos vecinos, una mujer que le ayudaba con las tareas domésticas acudió como cada día a trabajar y al llamar al telefonillo nadie la abrió la puerta. Le extrañó porque eso nunca pasaba y tomó la decisión de telefonear al hijo del fallecido. Al entrar en la vivienda utilizando sus llaves se encontró con su padre rodeado de un charco de sangre y llamó inmediatamente a la Policía Nacional. Eran alrededor de las doce del mediodía y los agentes estuvieron en la vivienda hasta las cinco de la tarde.

La autopsia, que se está realizando en estos momentos en el Instituto de Medicina Legal, situado en La Corredoria, determinará las causas exactas del fallecimiento.