"Maruxa" no es una zarzuela, es una "ópera española", y tampoco tiene el mejor libreto, aunque sí una música maravillosa. Es el resumen que hizo ayer José Miguel Pérez-Sierra, director artístico de la obra de Amadeo Vives, que se representará el jueves y el sábado en el teatro Campoamor. El título abre el XXVI Festival de Teatro Lírico Español de Oviedo y ya se ha vendido casi el ochenta por ciento de las entradas.

Pérez-Sierra insistió en que la partitura de Vives "es maravillosa" y en que "está muy por encima del libreto". Además, explicó que los cantantes deben enfrentarse a pasajes "inútilmente difíciles", por lo que muchos de ellos no querían cantar esta obra. Lo certificaron dos de las propias protagonistas del montaje. Carmen Romeu, que debuta como Maruxa, explicó que cuando leyó el texto por primera vez le pareció "muy simple", pero que una vez conocida la propuesta del director artístico, Paco Azorín, la hizo suya. Lo mismo, aunque al revés, le sucedió a la otra soprano, Svetla Krasteva, que se enfrentó primero a la partitura y pensó "qué barbaridad" por lo "dificilísimo" que le resultó estudiarla. Krasteva ya participó en esta misma producción el año pasado en el teatro de la Zarzuela de Madrid.

El trabajo del director artístico, Paco Azorín, supuso, en palabras del director musical, "convertir el libreto en algo actual". El propio Azorín confesó ayer en el Campoamor que no se planteó en ningún momento "cómo era Maruxa cuando se estrenó" y sólo se preguntó cómo sería hoy esa mujer. A partir de ahí construyó el montaje que se verá en el teatro Campoamor y que pese a trasladar la acción al siglo XX respeta el libreto original.

Azorín volvió a decir que la obra de Vives "tiene una música maravillosa sobre un libreto muy malo". En esa búsqueda de la esencia, Azorín entendió "Maruxa" como un canto a Galicia y, en su opinión, "no hay mejor homenaje a esa tierra que los miles de voluntarios que limpiaron el galipote vertido por el 'Prestige'". Tampoco se quedó ahí, en la memoria inmediata de la última catástrofe ecológica, sino que se remontó al accidente del petrolero "Urquiola", un caso idéntico al del "Prestige", con el buque accidentado a la entrada del puerto de La Coruña. El barco se intentó llevar mar adentro y vertió 100.000 toneladas de hidrocarburo al mar, una cuarta parte más que el "Prestige". Fue en 1976.

Aun así, ese desastre ecológico es sólo una acción paralela, no el centro de la historia, que lógicamente la marca el libreto. Aun así, como explicó Azorín, "quien quiera ver a la Maruxa de Vives la tendrá, pero quien quiera otros planos de significación también los encontrará". El director de escena definió esta zarzuela como "una Maruxa poliédrica, que habla al espectador de aquí y de ahora".

Paco Azorín quiso elogiar también el trabajo de todo el elenco que participa en esta producción: los actores, la Coral Polifónica "Ciudad de Oviedo", la Orquesta Oviedo Filarmonía y los cantantes, con los que confesó que se había "emocionado al ver cómo defienden una idea que no es suya."

Precisamente la protagonista de la obra, Carmen Romeu, elogió el trabajo de Azorín. Coincidió en el adjetivo con su compañera Krasteva al decir que "lo de Paco es una barbaridad, es alucinante lo que ha hecho con esta producción". Para Romeu, Paco Azorín ha logrado convertir un libreto básico, "de una pastora que se enamora de un pastor y le quieren quitar el pastor", en "un símbolo de la tierra".

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, señaló la implicación del Ayuntamiento de Oviedo con el Festival de Teatro Lírico Español, en el que se ha invertido una partida presupuestaria de 1,2 millones de euros de dinero público.