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Ribera de Arriba

Bueño, a la orilla de un río "salvaje"

Los vecinos advierten del peligro del "cuello de botella" que se forma en el puente de Palomar, tupido por la suciedad: "Si hay otra riada, se lía"

Arriba, Luis Díaz, junto a los restos del puente colgante que se cayó al río durante el último temporal. Abajo, suciedad acumulada y un pozo de captación. En el círculo, Sebastián Losada indica los niveles alcanzados por el agua durante algunas inundaciones. IRMA COLLÍN

Dicen los vecinos que la mano del hombre ha convertido al río en un "salvaje" a su paso por Bueño y que esa, junto con la falta de limpieza, es la causa de las inundaciones que se registran desde hace años en el pueblo cada vez que llueve un poco más de la cuenta. El epicentro del problema, según denuncian, es el "cuello de botella" que se genera más arriba, en la zona del puente de Palomar, donde ayer había acumuladas, calculan los vecinos, "más de cincuenta toneladas" de madera y residuos que arrastra el Nalón en su frenética pelea por abrirse hueco entre los obstáculos que se encuentra en su recorrido. "Como no quiten esto rápido y vuelva a haber otra riada se lía la de San Quintín. En los últimos años se le ha ido robando cauce al río y estas son las consecuencias", afirma Luis Díaz, un vecino que ayer paseaba por la zona.

Y es que en la zona de Palomar se combinan todos los ingredientes para cocinar un desastre. El primer problema es el puente que se levantó en la zona hace diez años. "Por un lado, a la hora de hacerlo construyeron una escollera y le robaron mucho terreno al río. Además, también colocaron una cepa en mitad del agua que desvió el recorrido natural del río y que también está generando problemas", asegura Sebastián Lobato, que vive muy cerca, en El Rebolón, y ya se ha quedado aislado por las riadas en varias ocasiones. El antiguo puente de Palomar, que ahora está cerrado al paso y solo sirve para sujetar la tubería que sale de la estación de Aqualia hacia Oviedo, también es otro escollo para el río. "Los arcos están tupidos por la suciedad y se forma un tapón que se convierte en un peligro durante las riadas", dice Luis Díaz.

Además de todo lo dicho, junto al puente de Palomar se han construido pozos de captación de agua y las riberas están llenas de vegetación que está tupiendo el río. "En la zona más crítica del río lo estrechan y le ponen trabas. Lo primero que tenían que hacer es limpiar esos árboles muertos que hay en las orillas y que son los que hacen los tapones", denuncia Sebastián Lobato. Y por si fuera poco, el aliviadero que hay en El Rebolón también es una fuente de problemas. "Cuando hay riadas el cauce está más alto que la planta y se mete por las tuberías. Salen auténticos surtidores y se inunda todo el pueblo", señala.

Un puente en el agua

El último temporal registrado en Asturias provocó la crecida del río Nalón a su paso por Bueño y se llevó por delante un antiguo puente colgante por el que ya no se permitía el paso de peatones. Pertenecía a Aqualia y por su base transcurría una tubería que conectaba un pozo de captación con la planta de la empresa adjudicataria del servicio del agua en Oviedo. "El puente ya estaba muy viejo y no tenía mucho valor sentimental, pero el mayor problema es que sigue en el agua y que si no lo quitan también va a provocar que se forme un tapón en una zona que ya está bastante castigada". En ese punto del río también desemboca el Barrea, un cauce que nace en la zona de Los Alfilorios y que muere en esa parte del Nalón. "Aquí se nos junta todo. No es raro que haya inundaciones", denuncia Luis Díaz.

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