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Grasas, azúcares y mucha sal, las "bombas de relojería" de las máquinas de comida del HUCA

Los alimentos envasados que se venden en los centros sanitarios asturianos y en la Universidad no son saludables, dice un estudio de la Facultad de Medicina

Una trabajadora del HUCA saca un producto de la máquina. M. LÓPEZ

Exceso de grasa, azúcares y grasas saturadas. O lo que es lo mismo, chocolates, patatas fritas y bollería industrial. Una "bomba de relojería" para la salud, que aparece como carta de presentación en la comida de máquina del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y, en general, en los centros sanitarios asturianos y también en los edificios de la Universidad de Oviedo. Consumidos con asiduidad, estos productos favorecen el desarrollo de enfermedades cardiacas, el aumento del colesterol y el desarrollo de la diabetes. Por todo esto, "la calidad nutricional de las máquinas de 'vending' de los hospitales y de la Universidad asturiana no es saludable". Es la conclusión de un estudio llevado a cabo durante el año 2017 por el área de Ciencias de la Salud de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo y que se ha publicado ahora en una revista científica.

Esta radiografía de los productos de máquina recomienda "desarrollar estrategias de promoción de la salud" para orientar a la población hacia la selección y consumo de alimentos saludables. "La finalidad de este estudio era analizar la composición de los 'vending', porque a veces se aprecian cosas hipotéticamente y puede ser que no sea así. También es cierto que desde que nosotros hicimos el estudio se han introducido algunos cambios y ahora podemos ver algunas piezas de fruta y frutos secos al natural", concreta uno de los profesores que participó en el estudio, Rubén Martín Payo, docente de Ciencias de la Salud del departamento de Medicina de la Universidad de Oviedo. Pero pese a que sí que hay algunos cambios, las opciones saludables son las menos. Si se toma como ejemplo una máquina expendedora de las instaladas en el HUCA queda comprobado que, de todos los productos que se pueden comprar, sólo tres son opciones saludables: uvas, mandarinas y frutos secos al natural. Todos los demás estantes de la máquina ofrecen todo tipo de bollería industrial, chocolatinas, galletas saladas y patatas de todo tipo. "Justo los productos que debemos consumir de forma puntual, porque al hacerlo a diario estamos poniendo en serio peligro nuestra salud", concreta la asturiana Ana Moráis, doctora de la Unidad de Nutrición Infantil y Enfermedades Metabólicas en el Hospital Universitario La Paz.

Asturias, la más obesa

El estudio se desarrolló entre octubre y diciembre de 2017 y se identificaron 228 tipos diferentes de alimentos en las máquinas expendedoras. Quedaron excluidos trece porque no se pudo identificar su composición nutricional. En una segunda fase, los 215 alimentos seleccionados se agruparon en once categorías de acuerdo con el tipo de alimento y su principal componente. Y los productos más frecuentes que se encontraron fueron chocolates y chocolatinas, galletas y patatas fritas. Pero hay algunos matices. En las máquinas expendedoras de los hospitales se apreció una "presencia significativamente superior de frutas y ensaladas". Hay máquinas de 'vending' que no tienen ni una opción saludable. Pero, ¿dónde reside el riesgo si en realidad es el consumidor el que decide comprar o no estos productos?". Habla Ramón de Cangas, dietista, nutricionista y doctor en Biología Funcional. "Las máquinas están presentes en el día a día de muchas personas y normalmente acudimos a ellas a las horas de picar, y es ahí precisamente cuando deberíamos optar por productos más sanos, con menor aporte calórico y poco azúcar. Si no ofrecemos opciones sanas a la población es difícil que opten por ellas. Hay que cambiar el modelo de forma radical, y más tratándose de lugares como universidades y hospitales, donde se supone que se hace una promoción de los hábitos saludables".

Algunos hospitales de España ya han tomado la delantera y han puesto máquinas expendedoras en las que sólo se ofrecen opciones sanas: zumos naturales sin azúcares añadidos, ensaladas, piezas de fruta, verduras, frutos secos al natural, leche y yogures. "En La Paz se han instalado hace tiempo y funcionan muy bien. Y es que, aunque la adquisición es libre por parte del consumidor, hay que ofrecerle opciones sanas", concreta Moráis, que explica que, además, todos los productos con un exceso de azúcar crean una cierta adicción, con lo que, si nos acostumbrados a ellos cada día el cuerpo nos pedirá más chocolatinas, más azúcares y más grasas.

Obesidad, sobrepeso, enfermedades cardiovasculares y diabetes son cuatro de los grandes males que afectan a nuestra sociedad, que se ha acostumbrado a comer mal y a una vida sedentaria. Asturias es la región de España con un índice de obesidad más alto, con lo que "pequeñas acciones, como cambiar el modelo de las máquinas de 'vending', pueden ser muy importantes para dar un vuelco a estos datos", asegura la doctora Moráis. Según el último informe de "Epidemiología de la obesidad en España", dos de cada diez personas en nuestro país son obesas, y las opciones de las máquinas expendedoras también contribuyen a ello.

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