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El deporte base urge un "plan integral" de mejora de las instalaciones municipales

Los clubes modestos de Oviedo denuncian que los campos de fútbol y los polideportivos que dependen del Ayuntamiento "se caen a cachos"

El deporte base urge un "plan integral" de mejora de las instalaciones municipales

Las instalaciones deportivas municipales están "muy deterioradas" y es necesario poner en marcha un "plan integral" de reparaciones para evitar que el "abandono" siga haciendo mella en los campos de fútbol y polideportivos que dependen del Ayuntamiento, que "se caen a cachos". Esto es lo que solicitan los clubes que forman parte del deporte base ovetense, entidades que integran a miles de personas y que día a día se enfrentan a las deficiencias de una red de equipamientos que piden a gritos una intervención "seria y contundente".

Muchas de las quejas parten de los equipos de fútbol y tienen que ver con el mal estado de los terrenos de juego, de los vestuarios o de los accesos a los campos. "El césped artificial en el que juegan los chavales está para el arrastre. Es el más antiguo de todos los que hay en Oviedo y está lleno de agujeros. Supuestamente, hay dinero para cambiarlo este año, pero también iban a hacerlo el anterior y seguimos igual", asegura César Rodríguez, el presidente del Beryma, club que comparte el campo de Matalablima con el Loyola y el Guillén Lafuerza. "También hay otras deficiencias, pero lo que nos salva es que no somos directivos de traje y que vamos haciendo todas las reparaciones que podemos para mantener el campo", dice.

Fernando Cárcaba, el presidente del Celtic de Puerto, afirma que en La Pixarra están más o menos igual. "Lo peor que tenemos ahora mismo son los vestuarios. Llevamos muchos años con muy poco mantenimiento y hay unas goteras tremendas cada vez que llueve. Hace poco estuvimos varias semanas sin agua caliente y el bar del complejo lleva dos años cerrado porque no cumple con la normativa de extracción de humos, lo que supone que todos los padres que llevan a entrenar o a jugar a sus hijos no tienen ni donde resguardarse si hace frío", asegura Cárcaba. La presidenta del San Juan La Carisa, María Luisa Urbaneja, dice que las instalaciones del complejo Díaz Vega, en La Corredoria, también necesitan mejoras. "El césped está indecente; ya se tenía que haber cambiado por lo menos hace tres años. Ahora lo están recubriendo con protecciones, pero hasta hace poco teníamos un muro de piedra que separaba el campo de los espectadores que pudo haber servido para que se matase algún chaval", sostiene. Urbaneja denuncia, además, que el complejo está saturado y que no hay horas suficientes para que entrenen todos los equipos que tienen como sede el Díaz Vega.

Pero el problema no lo tienen sólo los equipos de fútbol. Los deportistas que practican otras disciplinas que no son tan mayoritarias también se quejan de la existencia de "graves deficiencias" en las instalaciones en las que entrenan. El Club Kendo Vetusta lo hace en el Palacio de los Deportes y su entrenadora, Desirée Cascales, asegura que las instalaciones están muy mal. "Hay goteras por todos los lados y el parqué de la pista central se está levantando. No sólo nos afecta a nosotros; yo también hago halterofilia y las salas y los vestuarios de todo el Palacio están fatal. Además, no hay calefacción y hace un frío que pela", afirma. Por otro lado, el club en el que entrena Desirée Cascales ha tenido que llegar a un acuerdo con un gimnasio privado para entrenar allí porque el Palacio no cuenta con parqué flotante, imprescindible para la práctica de este deporte. Los clubes que usan las piscinas públicas también se quejan por la "saturación" y la falta de mantenimiento de algunas de ellas.

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