La Policía Local tuvo unas jornadas muy movidas el último fin de semana. Dos personas resultaron heridas en sendos accidentes producidos en la plaza Primo de Rivera el viernes y en los siguientes días se produjeron otros 14 siniestros en los que sólo hubo que lamentar daños personales. Los controles de alcoholemia realizados por los agentes municipales dejaron ocho positivos, cinco de ellos especialmente graves.

Sin duda la plaza Primo de Rivera se convirtió en el punto negro del fin de semana. En tan sólo seis horas y media se produjeron dos accidentes en los que otros tantos ocupantes de vehículos resultaron heridos leves. El primer choque tuvo lugar a las 9.42 horas y el segundo a las 16.12 horas. En ambos casos se trató de choques por alcance.

En los catorce incidentes restantes con daños de chapa y pintura hubo uno especialmente llamativo. Se trata de un vehículo que estaba estacionado en torno a las ocho y media de la tarde en la calle San José al que se le soltó, de repente y por causas que se desconocen, el freno de mano. El turismo echó a andar sin piloto calle abajo hasta terminar estampado en una valla metálica que separa San José del Postigo Alto.

A los accidentes de circulación se sumaron otras incidencias consistentes en sanciones a conductores por ponerse al volante en claro estado de embriaguez. Un total de cinco personas fueron objeto del inicio de un expediente sancionador de carácter penal por superar los 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado en la prueba realizada por los policías. A los mismos hay que añadir los casos de otros tres conductores que arrojaron niveles entre 0,25 y 0,60 en sus respectivas pruebas y ahora se enfrentan a sanciones administrativas.

Los positivos se suman a otros detectados en las últimas semanas. El caso más sonado, el de un camionero pillado circulando en la calle General Elorza en estado de embriaguez, sin seguro de responsabilidad civil contratado, sin carné y sin ni siquiera haber pasado la ITV. El hombre de 59 años fue pillado a mediados de febrero en plena campaña especial de control de vehículos de elevado tonelaje. Su detención se produjo en las inmediaciones del Espíritu Santo, adonde los policías le habían mandado tras interceptarlo en el centro de la ciudad para realizarle un control de pesaje para comprobar si cumplía con la normativa vigente.

Por otra parte, tres conductores fueron detenidos el fin de semana anterior por conducir bajo los efectos del alcohol. Las detenciones se realizaron en las inmediaciones del HUCA, en Colloto y la avenida de Santander y afectaron a unos hombres de 49, 34 y 55 años, respectivamente, que arrojaron resultados que en uno de los casos cuadriplicaba el máximo permitido.