El hombre acusado de aprovecharse de su amistad con una mujer para abusar de la hija con síndrome de Down de ésta negó ayer los hechos ante el juez. El varón defendió con vehemencia su inocencia, mientras que la acusación decidió rebajar su petición de cárcel de ocho a tres años tras conocer los informes forenses que descartaban la violación, pero dejaban abierta la posibilidad de un abuso consistente en besos y tocamientos contra la voluntad de la víctima.

Además de una condena a prisión, la familia exige un pago de 77.000 euros en concepto de indemnización por los hechos, denunciados en septiembre de 2016. De esa cantidad, 70.000 irían a parar a manos de la chica, nacida en 1985, mientras que los 7.000 restantes serían para la madre por los daños psicológicos producidos.

Durante la vista de ayer prestaron declaración, además del acusado, la madre de la víctima, una amiga de esta y su hija, así como los forenses y especialistas encargados de redactar los informes. Al haber sido incapacitada por un juez en 2012, la declaración de la afectada no se produjo en vivo, sino que se optó por la proyección de la declaración grabada en su día.

La defensa del acusado, a cargo del abogado Alfonso Coronas, pidió la libre absolución de su cliente poniendo en duda la veracidad del testimonio prestado por los denunciantes, mientras que la acusación dio por probado el abuso, aunque admitió dificultades para aportar pruebas.