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Los niños de Oviedo ya padecen diabetes a los 9 años por su mala alimentación

El consumo habitual de bollería industrial y el sedentarismo, principales factores de riesgo | Los hábitos en los tres primeros años de vida, cruciales

Los niños de Oviedo ya padecen diabetes a los 9 años por su mala alimentación

Ya hay niños de 9 años en Oviedo que padecen diabetes de tipo II, la derivada de una mala alimentación, que ocasiona sobrepeso, obesidad y desajustes en el organismo a la hora de procesar el azúcar. Era algo que los expertos esperaban, ya que según los últimos estudios el 30 por ciento de los niños consumen bollería industrial de forma habitual en el desayuno y en la merienda, una auténtica bomba de relojería para la alimentación. Y esa cifra, la del treinta por ciento, también se extrapola a la capital.

Modificar las costumbres adquiridas desde pequeños y cambiar el bollo industrial por una pieza de fruta y un lácteo cuesta a padres, abuelos y niños, pero de esas "malas costumbres" se desprenden ahora estos datos que alarman a los sanitarios. En Oviedo hay cada vez más niños obesos que acaban siendo derivados a nutricionistas para cambiar su dieta.

Explica el pediatra Venancio Martínez, presidente de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP), que los tres primeros años de vida son cruciales en lo referente a la alimentación y es cuando se marcan los hábitos de vida, esos que después cuesta tanto cambiar. "En la mayoría de los casos, los niños no acuden a consulta por tener sobrepeso sino por otras dolencias, pero somos nosotros los que alertamos a los padres de la situación", explica el especialista. Relata Venancio Martínez que es "muy frecuente" ver a los abuelos en la consulta orgullosos de sus nietos con sobrepeso, porque tienen una concepción errónea. "Ellos pasaron hambre en tiempos de guerra y consideran que los kilos de más son sinónimos de buena salud, cuando en realidad es todo lo contrario".

En Oviedo, uno de cada tres niños tiene exceso de peso; de ellos, dos tercios tienen sobrepeso y el otro tercio es obeso. Aseguran los especialistas que lo preocupante es la tendencia de los últimos años: los niños comen peor, abusan de los ultraprocesados, se ha reducido el consumo de fruta y, sobre todo, llevan una vida sedentaria que favorece el desarrollo de problemas de salud. Más parque y menos videoconsolas. "Hoy por hoy es más alarmante la falta de deporte que la mala alimentación, son pocos los niños que hacen deporte de forma habitual", asegura Venancio Martínez, que concreta que en obesidad infantil "estamos a la cabeza, en España, en Asturias y por tanto también en Oviedo, las cifras no se mueven", apostilla, y añade que "es un error premiar a los niños con dulces y chucherías".

Ramón de Cangas, nutricionista, dietista y doctor en Biología Funcional, reconoce que ya ha recibido casos de niños de 9 años con diabetes tipo II. "Vienen derivados del HUCA o del sistema de salud primaria y necesitan una dieta para modificar hábitos y combatir los altos niveles de azúcar en sangre".

Y, precisamente, cambiar esa dieta no es fácil, porque requiere de fuerza de voluntad por parte del pequeño, que en ocasiones no comprende por qué ya no puede comer ciertas cosas que hasta ahora eran parte de su vida diaria. Además, es necesario en la mayoría de los casos contar con el apoyo de la familia y la escuela. Explica Venancio Martínez que está demostrado que en los colegios se está trabajando mucho en fomentar hábitos saludables de consumo, pero la clave del éxito está en que estás costumbres se mantengan. "Cuando se hacen campañas específicas no sirven de nada, los niños comen bien durante unos días, pero después vuelven a lo que hacían antes", apostilla.

De Cangas recomienda el bocadillo saludable en la merienda, que puede ser de sardinillas o pavo, por ejemplo, e introducir otros productos como el humus de garbanzos, los lácteos (enteros y sin azucarar) y, sobre todo, fruta, mucha fruta, para combatir la diabetes, una de las mayores amenazas de nuestros niños.

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