Oviedo ya es también oficialmente Uviéu. El Consejo de Gobierno del Principado aprobó esta mañana la toponimia tradicional del concejo en base a la Ley de Uso y Promoción del Asturiano de 1998. A partir de ahora, es perfectamente legal denominar en llingua unos 1.300 pueblos, barrios y parroquias del municipio. Por ejemplo, San Cloyo (San Claudio), San Istiba (San Esteban de las Cruces), El Monte Cerraú (Montecerrao), San Llázaro (San Lázaro), La Tenderina Riba (Tenderina Alta), La Tenderina Baxo (Tenderina Baja), La Manxoya (La Manjoya), Cualloto (Colloto), Samiguel (Lillo), La Ciudá Naranco (Ciudad Naranco) o Llatores (Latores).

El Gobierno de Asturias ha dado luz verde a la toponimia de Oviedo, Onís y Coaña elevando a 64 el número de concejos que ya tienen autorizados los nombres en asturiano. Además, el Principado está a punto de aprobar los de Cabrales, Llanera, Castropol y Somiedo, mientras analiza los de Cudillero, Allande, Caravia, Ibias, Peñamellera Baja, Salas, Nava, Pravia y Muros de Nalón.

El segundo paso para normalizar el uso de la toponimia bilingüe es rotular las vías públicas y las carreteras, sin olvidarse de actualizar los mapas y planos oficiales. Algo que en el caso de la capital asturiana está en el aire.

La candidata de Izquierda Unida a las próximas elecciones municipales, Concha Masa, ha valorado positivamente la aprobación oficial de la toponimia ovetense por parte del Principado sin entrar a analizar los cambios colaterales que traerá consigo. Tampoco lo hicieron los actuales miembros de IU de la corporación municipal, partido que abanderó la asturianización de los topónimos ovetenses. "Este proceso de reconocimiento legal de los nombres tradicionales se inició en 2004 y fue el gobierno de Gabino de Lorenzo quien lo paralizó hasta que, en 2015, gracias al trabajo de IU de Uviéu, se volvió a recuperar. Pasos como este hacen que sigamos avanzando en la necesaria normalización social del asturiano y en mecanismos que permitan una promoción adecuada de nuestra lengua y su supervivencia para las generaciones futuras", señala Masa.

El proceso legal

El Ayuntamiento remitió hace catorce años a la Consejería de Cultura los primeros informes sobre la toponimia ovetense, pero no fue hasta marzo de 2016 cuando la Junta Asesora de Toponimia (dependiente de la Consejería de Cultura) le respondió apremiándole a solventar dudas de tipo geográfico y a decantarse sobre la denominación tradicional de ciertos lugares que no estaba clara. El tripartito decidió entonces contratar una asistencia técnica para localizar y determinar correctamente los topónimos. El informe de estos expertos desveló numerosas discordancias con la propuesta inicial del Principado, por lo que el gobierno local decidió encargar un segundo estudio en el que se recoge la delimitación de todas las poblaciones y entidades singulares del concejo, así como una relación con los topónimos tradicionales. Esa lista sirvió de base para la propuesta definitiva remitida al Principado, aprobada por el pleno municipal el 3 de abril y finalmente aprobada por el Consejo de Gobierno.

L'Academia de la Llingua ha felicitado al Gobierno regional por la aprobación del expediente toponímico de Oviedo como paso importante para la normalización de la llingua asturiana. "Estos procesos conforman un pasu perimportante pa la normalización de la llingua asturiana. Sicasí, l'Academia entiende que tien un valir especialmente simbólicu'l fechu de dar el preste al espediente del Conceyu onde s'asitia la capital del Principáu y asina-y lo quier tresmitir al Gobiernu asturianu".