Aunque el barroco tiene Primavera propia, también se agradece su creciente presencia en los Conciertos del Auditorio, con figuras de la talla de Fabio Biondi y su "Europa Galante", que ayer volvieron, dos años después y pantalla acústica ayudando a la Sala Principal.
Lo hicieron con un programa del "Seicento" para lucimiento instrumental, en formato octeto, compartido con el tenor inglés Ian Bostridge, de color y dicción ideales cantando al "divino Claudio" Monteverdi como único narrador y verdadera dramatización de los textos.
Tanto en "El combate", donde un móvil noqueó el final celeste de Tancredo y Clorinda, como en "La Cetra", el público, que casi llena el patio de butacas, disfrutó del Maestro y sus intérpretes.
La licencia geográfica y temporal a su compatriota Purcell sirvió para degustar la lengua materna del solista, siempre ayudados por sobretítulos, tan solo con el continuo (cello, arpa, laúd y clave) y canto doliente para "La Reina".
Instrumentalmente, salvo el reconocido Frescobaldi de sus "Flores" que mantuvo el interés alto, unos menos escuchados Castello y Farina con su "stravaganza" animalesca dejaron contentos a todos con el buenhacer de esta "Europa" con calidades contrastadas por todos ellos más Biondi llevando de la mano y arco a sus galantes. De propina, Bach dio el salto al Paraíso musical.
Además de Bioni, "Europea Galante" se completa con Andrea Rognoni (violín), Ernest Braucher (viola), Alessandro Andriani (cello), Marta Grazolino (arpa), Giangiacomo Pinardi (tiorba), Patxi Montero (contrabajo) y Paola Poncet (cembalo y órgano). Esta orquesta barroca nació en 1990, y se especializó inicialmente en la interpretación de piezas de compositores italianos de los siglos XVII y XVIII. Tras el lanzamiento de su primer disco dedicado a los conciertos de Vivaldi, fueron reconocidos internacionalmente, con el respaldo de la crítica y de premios como el "Diapason d ' Or de l'Année" y "Choc de Musique".
Por su parte, el gran tenor británico Ian Bostridge tiene una carrera brillantísima que le ha llevado a las principales salas de conciertos de Europa, Japón y Norteamérica, con apariciones regulares en los festivales de Salzburgo, Edimburgo, Múnich o Viena y residencias en el Wiener Konzerthaus, Carnegie Hall o Wigmore Hall.
