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El tripartito aplaza al próximo mandato la aprobación de la nueva ordenanza del taxi

El gobierno prefiere esperar a conocer una norma regional que aún está en trámites

Taxis estacionados en el centro de la ciudad. LNE

La nueva ordenanza del taxi, la normativa con la que el tripartito pretendía "contribuir a adaptar el sector al siglo XXI" no podrá ser aprobada, al menos hasta el próximo mandato. Seguridad Ciudadana no considera oportuno dar luz verde a un documento ya redactado y supervisado por las asociaciones de profesionales del taxi en Oviedo hasta conocer el reglamento regional del sector, cuyo contenido es todavía un misterio al encontrarse en su fase de tramitación. Esta situación implica un frenazo a la principal medida del tripartito respecto al sector del taxi: la jornada semanal de descanso obligatorio no podrá entrar en vigor, al menos por el momento.

Fueron los tribunales quienes frenaron el primer intento del gobierno local para hacer que los taxis tuviesen que parar un día a la semana para garantizar el descanso de los conductores, al haberla aprobado por un decreto de Alcaldía, sin pasar por el Pleno.

El concejal de Seguridad Ciudadana, el socialista Ricardo Fernández, había fijado entre sus prioridades para el mandato la actualización de una ordenanza que llevaba sin tocarse desde finales de los años 90. Los diferentes ritmos de las administraciones han provocado que sus planes hayan quedado en suspenso. La aprobación de la Ley de Transportes del Principado a finales de 2018 abrió la puerta a la redacción de un reglamento para regular a nivel regional el funcionamiento de los taxis. Esto llevó a Fernández a aparcar la ordenanza al no considerar conveniente correr el riesgo de instaurar una normativa local que pudiera contradecir en algunos apartados el texto del Principado. "Es una cuestión de simple prudencia", señalan fuentes de Seguridad Ciudadana para justificar el cambio de planes.

La nueva ordenanza incluye varias novedades como ciertas normas de "decoro y vestuario adecuado" de los conductores, la eliminación de la publicidad sexista, la inclusión de una línea azul en las puertas delanteras de los vehículos o la obligación de ayudar a los pasajeros con el equipaje. Su borrador fue acogido con división de opiniones entre los profesionales de la ciudad. Mientras que unos taxistas criticaron que no mencionase a las operadoras virtuales como Uber o Cabify, otros consideraron que el texto era un avance para mejorar el servicio y que lo dotaba de más calidad.

Por tanto, deberá ser la próxima corporación, siempre y cuando el Principado apruebe el reglamento dentro de la siguiente legislatura, quien decida si saca adelante un texto con el que desde la oposición municipal discrepan en un asunto crucial: la imposición de los descansos de un día por semana a los más de 300 taxistas de la ciudad.

El tripartito aprobó el descanso obligatorio mediante un decreto de Alcaldía. La medida fue parcialmente pactada con las asociaciones profesionales, cediendo el Consistorio en cuestiones menores y entró en vigor el 26 de febrero de 2018. Eso no evitó que los taxistas llevasen la misma a los tribunales al ser partidarios de conservar la libertad de horarios. Finalmente, el juez anuló el decreto en noviembre, señalando en el fallo que la imposición de los descansos debió de aprobarse mediante un acuerdo del Pleno. La intención del gobierno era retomar el descanso obligatorio en la ordenanza, pero el retraso de la norma conlleva igualmente la demora de la medida.

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