"La ópera en Asturias no es solo arte, cultura y educación sino también economía y generación de riqueza". Es el resumen, en palabras de Jacobo Cosmen Menéndez-Castañedo, presidente de Alsa en Asturias y encargado ayer de glosar a la Fundación Ópera de Oviedo, el motivo por el que la asociación lírica recibió ayer la medalla de oro de la Cámara de Comercio de Oviedo. El presidente de la entidad cameral, Carlos Paniceres, coincidió en la apreciación al asegurar que "la influencia de la Ópera de Oviedo en la economía asturiana es más que evidente".

Sobre ese argumento, la labor cultural pero especialmente la actividad económica que genera la lírica, se sustentaron todas las intervenciones en un acto en el que hubo un especial recuerdo para Jaime Martínez González-Río, presidente de la Fundación Ópera de Oviedo recientemente fallecido. Entre el público, su viuda, Susy Schmickrath, recibió la felicitación de muchos de los asistentes ya que tanto Paniceres como el actual presidente de la Ópera, Juan Carlos Rodríguez-Ovejero destacaron que la labor de Martínez durante sus quince años en la presidencia ha sido fundamental para que la entidad acredite los méritos para recibir el premio que se le entregó ayer.

En su obertura, como Jacobo Cosmen calificó su intervención, reflexionó que "el cambio más importante que ha sufrido la cultura fue cuando pasó de considerarse un derecho a considerarse un recurso". En esta línea apostó por la industria cultural como "uno de los caminos a recorrer para enfrentarnos a la desaceleración prolongada que se nos avecina" y subrayó que la Ópera "es un potente motor cultural para nuestra región".

Esa unión entre cultura y economía es también una de las bases de las estrategias de la Fundación premiada por la Cámara. Lo recordó en su discurso de agradecimiento Rodríguez-Ovejero que explicó que entre sus objetivos "está promover la ópera como elemento cultural pero también ser un estímulo de la actividad económica". Para ello cuentan con el patrocinio de EDP, la Fundación María Cristina Masaveu y el banco de Sabadell, así como con benefactores y colaboradores lo que les llevó el año pasado a tener más de 32.000 espectadores, una cifra que convierte la temporada de Ópera de Oviedo "en un referente en el Noroeste de la Península", dijo Ovejero.

Paniceres recogió ese guante para valorar los tres millones de inversión de la ópera "que se multiplican exponencialmente" y convierten a la Fundación "en un bastión de la marca Asturias". El presidente de la Cámara aprovechó la presencia de autoridades para insistir en la necesidad de potenciar la industrial cultural, pero también otros sectores como el biosanitario, el tecnológico y el cultural. Se dirigía al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli; la consejera de Cultura, Berta Piñán, y el presidente de la Junta General del Principado, Marcelino Marcos, al pedir una labor conjunta para crear lo que dio en llamar "La Vega de la innovación" en la vieja fábrica de Armas de Oviedo. Ese planeamiento urbanístico llegó también de refilón, cuando Paniceres defendió el área metropolitana, al director general de urbanismo del Principado, Alfonso Toribio.

El presidente de la Cámara puso a la Fundación Ópera de Oviedo como ejemplo de la colaboración pública y privada. Un trabajo conjunto entre instituciones como la Universidad de Oviedo, representada por su rector, Santiago García Granda, y los empresarios a los que él representa. "La administración debe ser facilitadora y no enredar", dijo para concluir mostrando su preocupación "por que la excesiva burocracia lastre la inversión".