Ainhoa Suárez, vive en La Florida y va a sexto de Primaria en el colegio de Las Campas. Tenía la esperanza de incorporarse en segundo de ESO al nuevo instituto de La Florida, que le queda muy cerca de casa, pero la paralización de facto, aunque no oficial, de las obras desde hace cerca de un mes ha sembrado la duda en ella y en su familia. Ayer por la tarde se asomaba a la finca donde se ubicará el centro educativo, junto a dos amigas de la zona que ya van al instituto, una al Monte Naranco y otra a La Ería. También aguardan ansiosas por la inauguración del centro.
El padre de Ainhoa, Pedro Suárez, había calculado que cursaría primero de ESO en La Ería, el centro que le corresponde ahora, y que en segundo ya pasaría a estar cerca de casa. "No hice más que animarla; le decía que lo iba a estrenar todo, no solo el edificio sino también los muebles, todo lo que hay allí, ahora no sé qué decir".
La empresa adjudicataria, una UTE entre las firmas Iguar y Ceteco, hace tiempo que no trabaja, aunque allí hay operarios, casi siempre en las casetas. Dice la versión de la empresa que ha aparecido tierra contaminada y que han pedido añadir 100.000 euros más al contrato para retirarla, una modificación a los 6,22 millones de la adjudicación.
La versión oficial del Principado admite retrasos y no da más detalles, pero la oficiosa, que ha conocido este periódico, dice que hay algo más que esos 100.000 euros, que por esa cantidad no permitirían el bloqueo y que las claves están en manos de la empresa. Mientras, el tiempo pasa y los perjudicados son los adolescentes y las familias de La Florida.
Pedro Suárez justifica una petición que ya va camino de ganarse el calificativo de histórica: "El instituto hace mucha falta; el de La Ería está saturado, allí van de Las Campas y La Florida y con tantos alumnos es normal que la calidad de la enseñanza baje. Si han proyectado un instituto aquí, con la que está cayendo, es porque es muy necesario, hay que buscar la forma de reanudar las obras", clama.
Como expresa la madre de una estudiante del barrio, la cuestión ya no es solo que se construya o no el instituto sino el "cansancio" de la gente después de años y años de incertidumbre sobre su construcción. Todo ello le causa cierta tristeza.
El PP, vigilante
Mientras, en el ámbito político , el portavoz del PP en el Ayuntamiento, Mario Arias, manifestó ayer que en su grupo municipal estarán "vigilantes ante la ejecución de las obras". El concejal señaló que el instituto es "una reivindicación histórica y justa de este barrio ovetense, y nuestra obligación es velar por los intereses de todos los ciudadanos".
El concejal insistió, asimismo, en que su partido estará encima de todos aquellos asuntos que puedan suponer mejoras en la calidad de vida de los ovetenses, "y más en un tema trascendental y de suma relevancia como es la educación".
