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El nuevo plan de Santullano arrancará por la ampliación de la glorieta de la Cruz Roja

La futura rotonda de acceso a la ciudad desde la "Y" tendrá una disposición amorfa y generará tres mil metros cuadrados de zona verde

La glorieta de la Cruz Roja, principal acceso a Oviedo desde la autopista "Y". LUISMA MURIAS

La decisión está tomada. La primera actuación del nuevo proyecto con el que trabaja el Ayuntamiento para dar forma a un nuevo bulevar de Santullano consistirá en la ampliación de la glorieta de la Cruz Roja. Según ha podido saber este diario, el diseño de la rotonda será más amorfa que ovalada y generará unos tres mil metros cuadrados de zonas verdes. Esta penetración hacia el centro de Oviedo asume cada jornada 27.773 vehículos, según las últimas estadísticas.

El área de Infraestructuras entiende que la ampliación de la rotonda supone una actuación urgente para la movilidad de la ciudad, a la vista de que proyectos en marcha o a punto de iniciarse auguran un notable incremento del tráfico en esa zona. Es el caso de la ampliación del puente de Nicolás Soria, que aliviará los atascos en Ciudad Naranco pero desplazará más coches hacia la glorieta de la Cruz Roja, o del proyecto residencial, comercial y de ocio de la antigua parcela del Vasco, que estará dotado con un aparcamiento de 1.100 plazas y 800 de ellas en rotación. Más a largo plazo, el desarrollo de los terrenos de La Vega y los nuevos usos que se le den a la Fábrica de Gas, en el caso de que culmine la operación de compra por parte del Ayuntamiento, también hacen prever incrementos importantes de la circulación en este enclave.

Aunque el gobierno compartido por el PP y Cs lleva con la máxima discreción los detalles de su solución para Santullano, una vez rescindido el contrato con los redactores del proyecto "Bosque y Valle" encargado por el tripartito, LA NUEVA ESPAÑA adelantó ayer en exclusiva que se está analizando la posibilidad de usar parte de los terrenos de la antigua fábrica de armas para alejar el tráfico de la iglesia de San Julián de los Prados. Proteger esta joya prerrománica de la intensa circulación que accede diariamente a la ciudad a través de la autopista "Y" figura como uno de los principales objetivos del nuevo proyecto de bulevar.

El plan inicial elaborado por los arquitectos Clara Eslava y Miguel Tejada planteaba alejar el vial de acceso a la ciudad para que la distancia entre el tráfico y el edificio pasase de los 6,80 metros actuales a 18,75 metros. Es decir, serían casi doce metros más de separación. Además, el proyecto que ha sido rechazado diseñaba para esa zona un vial mucho más estrecho y de menor capacidad que el actual, pasando de los dos carriles de la autopista a un modelo similar al de una calle y con una fuerte limitación de la velocidad._La intención ahora es separar más la circulación de la iglesia y, para ello, hasta se está analizando la posibilidad de utilizar en parte los terrenos de La Vega, propiedad de Defensa.

Una profunda herida urbana sin cauterizar desde hace 44 años

El tramo urbano de la "Y" provocó tan tremenda herida urbana a Oviedo que hoy día, casi 44 años después de la inauguración de la autopista de conexión con Gijón y Avilés, sigue sin cauterizar. Propuestas y planes para ello sí que ha habido desde aquel ya lejano 1976, y no han sido pocos, pero lo cierto es que ninguno logró pasar de la teoría a la práctica. Ya en 1991, siendo presidente del Principado el socialista Juan Luis Rodríguez-Vigil, Sogepsa encargó un proyecto para la fábrica de armas que preveía el traslado de la planta e incluía la adecuación del entorno de San Julián de los Prados y su integración en el recinto de La Vega, convirtiendo la "Y" en una vía inserta en el casco urbano. Andado el tiempo, en 1994, el entonces alcalde Gabino de Lorenzo (PP) planteó por primera vez la opción del soterramiento, descartada por el Gobierno central, del PSOE.

Transcurrida casi una década, en 2003, con Francisco Álvarez-Cascos al frente, Fomento presentó un proyecto para deprimir el paso de la "Y" en Santullano y taparlo con una losa urbanizada como zona verde. La actuación iba a ser licitada en 2004, con un coste por encima de los 7 millones de euros, pero se frenó con la llegada de Zapatero al gobierno. Su propuesta para Santullano, también fallida, pasaba por la instalación de una "pantalla subterránea elástica y flexible, que evite que las vibraciones del tráfico se transmitan a los cimientos de la iglesia".

En 2006, Principado y Ayuntamiento pactaron un acuerdo para que la Administración autonómica invirtiera 28,8 millones de euros en la construcción de los accesos subterráneos entre la autopista "Y" y las calles General Elorza, Víctor Chávarri y Adelantado de La Florida. También quedó en nada. La misma suerte corrieron posteriormente las intentonas de Agustín Iglesias Caunedo, a través de un proceso de participación ciudadana, y el plan "Bosque y Valle" del tripartito.

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