El "pin parental", la solicitud escrita dirigida a los directores de los centros en la que los padres piden que les informen a través de una autorización expresa sobre cualquier materia o actividad que afecte a cuestiones sobre identidad de género, feminismo o diversidad LGTBI, de forma que los progenitores puedan dar su consentimiento para que su hijo asista o no, es un arma política y no responde a una necesidad educativa real.

Lo pusieron de relieve ayer los participantes en la mesa celebrada en el Club Prensa Asturiana, en la que docentes y padres representantes de la enseñanza pública defendieron una educación en igualdad y diversidad, mientras que el punto de vista de la concertada se centró en la libertad para elegir centro de enseñanza.

Celestino Rodríguez Pérez, decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación de la Universidad de Oviedo, moderó el acto y abogó por contar siempre con una información rigurosa en asuntos de enseñanza. "Mi esperanza es que en la educación cada vez haya mas criterio".

Covadonga Méndez-Navia, miembro de la AMPA del IES Doctor Fleming y trabajadora social, se mostró contraria al "pin parental", implantado en Murcia a instancias de Vox, y destacó el papel de la escuela como compensación a las carencias que se dan en las familias. "Cada vez echo en falta más protagonismo de la escuela. Es el observatorio más completo. No puedo cuestionar el trabajo de los docentes; el sistema educativo tendría que tener más influencia", aseguró.

Marián Moreno, profesora de la pública y cocreadora de "Skolae", programa premiado por la Unesco por la igualdad en la educación, se mostró claramente disconforme con lo que denominó "censura familiar a la educación". "En el sistema no existe el problema ni la necesidad de ese veto parental a la escuela pública. Esto es una campaña de ruido de la ultraderecha. Quieren minar la libertad del profesorado. Un país que no cuida a la escuela pública no cuida la democracia", aseguró. Desireé Fernández, presidenta de Concapa-Asturias (Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos), destacó que no observa alarmismo con el "pin". "Nos preocupa más el acoso escolar". Defendió el derecho de los padres a autorizar las actividades fuera de programa y la libertad para elegir centro. "Los docentes nos preguntamos sobre el conocimiento de la sociedad acerca de nuestro trabajo", indicó Dolores Pevida, directora del IES Pando.