La historietista Marika Vila (María del Carmen Vila, Barcelona, 1949) formó parte de la llamada "Generación del Compromiso" que abrió las puertas al cómic de autor desde el Colectivo de la Historieta, la revista "Trocha/Troya" y el Equipo Butifarra y la Astronave Pirata. Con la charla "Enmiendas feministas a la representación de la mujer en el cómic" presenta mañana (19.30 horas) en El Manglar (Martínez Vigil, 14) su novela gráfica "Mata Hari" (Editorial Isla de Nabumbu).
- ¿Qué le parece Mata Hari, el personaje histórico?
-Se sabe poco. Fue objeto de varios maltratadores, de los que huyó, y consiguió cierto éxito y presencia social haciendo lo que le gustaba: bailar y jugar a ser libre en una sociedad pacata que nos transforma en mito para ejecutarnos después por no responder a la falsa esencia de la feminidad virtuosa. Como espía -si lo fue, es dudoso- fue utilizada de manera escandalosa por ingleses, franceses y alemanes. En su juicio hay lagunas propias de la necesidad de un chivo expiatorio para solucionar líos internacionales y la falta de pruebas se compensó con prejuicios. Fue juzgada por actos contra la moralidad, más que por otra cosa.
- "Mata Hari" se publicó por entregas hace 30 años en la revista "Totem el comix".
-Sí. Josep Toutain me recordó que yo había empezado en su escudería en el cómic comercial romántico, trabajando para Inglaterra, Escocia y Suecia y consideraba que no podía ser que, como autora, no hubiera publicado en sus revistas. Desconfiaba del mensaje vanguardista de las mujeres, creía que el guión debía ser más clásico y de un hombre conocido. Pedí escoger al guionista para tener voz y un mensaje conjunto y propuse a Felipe Hernández Cava.
- El guion es del novelista Andreu Martín.
-Toutain propuso a Andreu, también gran amigo, miembro del Colectivo de la Historieta y compañero de aventuras editoriales.
- ¿Fue fácil la relación?
-Desde el principio quedó claro con Andreu que tenía plena libertad para interpretar su guion, charlamos largamente sobre el personaje y compartimos los puntos clave del enfoque que concuerda con lo que Mata Hari dejó escrito antes de morir, que no quería ser recordada como víctima sino como una mujer que quiso vivir en libertad y pagó su precio. Dibujamos la protagonista que se atrevía a hacer lo que, en un hombre, hubiera sido un éxito de glamour y heroicidad.
- Como le pasa a James Bond.
-El paradigma de espía promiscuo y ligón que explica la importancia de la mirada sobre el género. Para un hombre la promiscuidad ha sido siempre un éxito y la figura aventurera del espía añade el glamur del trabajo importante.
- ¿Y para una mujer?
-Decir "aventurera" supone un descrédito social, no digamos si es promiscua, o sea, libre. El femenino de espía no tiene heroicidad, se asocia a traidora y frívola.
- ¿Qué enfoque gráfico le dio?
-El experimento gráfico es uno de mis motores. Me inspiré en los estilos de la época, mezclando el tratamiento humorístico de las revistas satíricas, entre cabaret y opereta, con un aire modernista para retratar la belleza de la bailarina y los ambientes del Madrid villano y cortesano, nido de espías y tramas internacionales de la época.
- ¿Sigue dibujando?
-Hago ilustración, portadas, diseño gráfico, carteles... Plantearme un nuevo cómic significa largo plazo, gran calado y dedicación plena y estoy muy centrada en el análisis teórico, artículos en publicaciones de investigación, clases, el seminario en la Universidad Autónoma de Barcelona y el comisariado de exposiciones sobre el cambio de discurso en el medio con la emergencia de la subjetividad femenina. Aún tengo pendiente hacer visible mi trabajo historietístico. Editar "Moderna Secreta" sería un buen objetivo: es innovador, moderno y transgresor aún hoy, gráficamente y en su mensaje.
- ¿Cómo es?
-Es una novela gráfica fantástica que baila, en blanco y negro, con los estilos del lenguaje del arte y con los iconos y mitos de nuestra cultura patriarcal occidental.
