"Los mitos y la magia vienen a poner un poco de luz en momentos de incertidumbre en los que, como el actual, la gente busca respuestas". Lo dijo ayer, en un abarrotado Club Prensa Asturiana, Dolores Redondo, la escritora de moda de novela negra, policiaca y de misterio, creadora de "La Trilogía del Baztán", en la que crímenes, leyendas e historias pegadas a las tradiciones se entremezclan en fascinantes relatos.

Dolores Redondo presentó ayer en el Club "La cara norte del corazón". La novela, editada por Destino, es clave para entender las anteriores, porque en ella cuenta la historia de Amaia Salazar, la protagonista, con un azarosa vida que tiene uno de sus lugares de desarrollo en la ciudad de Nueva Orleans. Y hasta allí se fue Dolores Redondo para documentarse y contar la devastación y desolación que vivió la urbe de Luisiana en 2005, cuando el huracán "Katrina" lo destrozó todo y dejó a miles de personas en la calle. "Lo que pasó en Nueva Orleans es aún más estremecedor si se tiene en cuenta que la ciudad se encuentra cerca de otras muy prósperas, en el país más poderoso del mundo", opinó.

Ese país no estuvo a la altura para ayudar a los damnificados, en su mayoría de raza negra, y eso a Dolores Redondo, donostiarra de familia gallega, le hizo sacar a flote un especial sentido de la justicia que siempre va ligado a las cosas que escribe. "Lo que pasó allí tiene gran parte de su base en el racismo", señaló. También dejó claro que los lectores de novela negra y de misterio no buscan el morbo sin más: "En realidad van buscando la justicia que no encuentran en la sociedad". Ella misma también reconoció hacerlo en cierto modo. "Cuando el personaje es muy malo se queda en la cárcel hasta que lo decido", indicó.

La presentación de la escritora corrió a cargo de Socorro Suárez Lafuente, catedrática de Filología de la Universidad de Oviedo, que realizó un completo resumen de la trama de "La cara norte del corazón", destacando todos los lazos que se van tejiendo en la vida de Amaia Salazar hasta llegar al Baztán, un territorio bien conocido por la escritora, que vive en Elizondo. Así lo demuestra en sus libros y al hablar de historias de la zona como la de los agotes, un grupo humano maldito, discriminado al menos durante ocho siglos, desde el XII al XX, que también se encuentra presente en pequeños grupos en el País Vasco francés, Guipúzcoa, Huesca y en el Bearn y Aquitania (Francia). En el Baztán se les encuentra en Amaiur y en Arizcun (el pueblo rojo, por el color de sus piedras areniscas) y, dentro de este pueblo, en el barrio de Bozate. "A esta población se les atribuían orígenes que pretendían justificar la discriminación por una supuesta maldición bíblica o por ser descendientes de paganos celtas o de herejes", explicó Dolores Redondo, que también siente un gran cariño por Asturias, forjado en sus veranos en Llanes con sus padres. "La mitología asturiana es muy común a la vasca respecto al paisaje. Hay muchas criaturas en cuevas, debajo de los puentes, en los bosques; aparecen mujeres con colas de pez o pies de pato", relató. Si algo le gusta a la ganadora del premio "Planeta" en 2016 y del "Bancarella" en 2018 por "Todo esto te daré", cuyas novelas han sido llevadas al cine, es contar historias y leer: "La inmersión que consigues en una historia cuando lees un libro no la logras por ningún otro medio", dijo la autora. También se mostró empática con los lectores, que ayer demostraron que la siguen con fervor: "Puedes hacer sufrir a alguien durante 1.000 páginas, pero no puedes acabar mal la novela", resaltó. A Dolores Redondo le gusta presentar la realidad con su crudeza, aunque haya preguntas para las que aún no ha encontrado respuesta. "Presentar a una madre como un monstruo cuesta, pero en la sociedad las hay que maltratan a sus hijos, aunque parezca difícil creerlo", explicó. La velada culminó con una larga firma de ejemplares y un público que se resistía a dejar de disfrutar de la presencia de una de las escritoras más cotizadas del momento.