El juicio por el accidente laboral que costó la vida a un trabajador de 55 años en 2017 tras caer desde nueve metros al patio de luces de un edificio en Oviedo ha quedado suspendido este miércoles para fijar la responsabilidad del principal acusado ante la disparidad de criterios sobre su actuación profesional "como promotor, contratista o mandatario" en el momento del siniestro.

El juicio ha comenzado este miércoles en el Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo y durante la sesión han declarado los acusados D.S.G., como encargado de supervisar las obras, y el propietario de una de las empresas subcontratadas, A.F.A., así como los peritos.

Sin embargo, la vista ha tenido que suspenderse hasta el próximo viernes ante la petición de la Fiscalía de presentar una calificación alternativa, de modo que la principal sería teniendo en cuenta que el acusado D.S.G. estuviera como promotor o como segunda opción en calidad de contratista.

La Fiscalía le imputa inicialmente su presunta autoría en sendos delitos de homicidio por imprudencia grave y contra los derechos de los trabajadores y pide para él una pena de dos años y cinco meses de prisión.

Ante su modificación, el abogado de la defensa, Gonzalo Botas, ha pedido a la magistrada que se aplace la vista para adecuar su informe y calificación a la nueva situación planteada por la Fiscalía, si bien tiene previsto mantener su petición de libre absolución al considerar que su representado D.S.G. "actuó como mandatario y ni era promotor, ni contratista".

La Fiscalía reclama además que afronte el pago de indemnizaciones para los familiares de la víctima que suman 388.611 euros que cubriría subsidiariamente la empresa mercantil y su inhabilitación para ejercer la profesión de administrador de empresas.

El otro acusado, A.F.A. se sienta en el banquillo de los acusados imputado únicamente por la acusación particular, que ejerce la abogada Margarita Prado, en nombre de los familiares del fallecido.

Durante su declaración, D.S.A. ha indicado que él era un simple "mandatario" para revisar que las facturas de las obras que se realizaban en el ático situado en la séptima planta del edificio número 10 de la calle 19 de julio en Oviedo realmente se correspondían con los trabajos realizados porque el propietario de la vivienda era el monegasco F.P., que estaba "muy ocupado porque era una persona muy importante".

El accidente se produjo el 9 de febrero de 2017, sobre las 17:45 horas, cuando, según el relato fiscal, dos de los tres trabajadores que estaban en la terraza se estaban despidiendo y uno de ellos tropezó con una serie de materiales y cables que estaban amontonados cerca del hueco del patio de luces.

Pese a que el trabajador se agarró de una mira que estaba situada a modo de barandilla, no pudo evitar caer al vacío desde 9 metros, falleciendo a causa del impacto.

La Fiscalía sostiene que el hueco carecía de cualquier tipo de protección en tanto no se instalaba la estructura metálica y cristal que sustituía al murete que había sido previamente demolido y existía otro hueco como consecuencia de la demolición de otro murete de la terraza, que suponía también un riesgo para los trabajadores.