La alta dirección de Santa Bárbara, propietaria de la Fábrica de Armas de Trubia, ha decidido reducirse sus retribuciones un 15% durante el periodo de aplicación del expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) a la plantilla, previsto hasta el próximo 30 de junio.

Según los portavoces de la compañía que dirige Juan Escriña, la decisión ha sido tomada como "medida de compromiso" ante el desafío que representa el coronavirus. "La dirección entiende que la actual situación exige un esfuerzo colectivo, con la firme convicción de que juntos podemos superar la situación actual", añaden las mismas fuentes.

Santa Bárbara puso en marcha un ERTE para el 70% de la plantilla de sus plantas españolas apelando a "causas técnico-organizativas". Las fuentes consultadas en la empresa subrayan que "la dirección se ha comprometido a complementar hasta el 90% del salario garantizado, para que se mantengan cuanto sea posible las condiciones salariales de los afectados durante este periodo temporal".

El acuerdo del ERTE fue aprobado por todos los sindicatos excepto CSI, que ostenta la presidencia del comité de empresa en la fábrica de Trubia. Además de las condiciones salariales, se respetan las pagas extra y las vacaciones. El comité intercentros considera que las condiciones no colman las pretensiones de la parte social, pero que es aceptable y asumible por los trabajadores.

Santa Bárbara ha entregado al Servicio de Salud del Principado de Asturias material específico para la lucha contra el COVID-19. En concreto, han sido un total de 630 pares de guantes de diferentes tallas, 165 buzos homologados con nivel de protección química, doce pantallas faciales con visor, 306 filtros de protección facial, 53 mascarillas de silicona, 32 gafas de protección integral y 80 mandiles de polipropileno.

La dirección y la plantilla esperan que la crisis no dé al traste con el contrato de los nuevos blindados para el Ejército.