La Asociación de Sidrerías de Gascona "da por perdido el año" a causa de la crisis sanitaria del coronavirus y teme quedarse "sin San Mateo", especialmente después del anuncio de la suspensión del Martes de Campo, una de las fiestas más tradicionales del municipio carbayón. Así lo comentó ayer en la calle Gascona el presidente de la agrupación, Pedro Caramés, durante el acto simbólico de entrega de 1.000 litros de lejía al Ayuntamiento de forma desinteresada para contribuir a la limpieza y desinfección de Oviedo. Pese a no haber hecho aún un cálculo aproximado de las pérdidas habidas hasta el momento por el cierre obligatorio de las sidrerías y establecimientos hosteleros del Bulevar de la Sidra, Caramés cree que las cifras serán negativas al término de 2020 y, lo que es peor, no está seguro de cuándo ni en qué condiciones podrán reabrir los establecimientos: "El año está perdido. Hablamos casi de perder las fiestas de San Mateo. Desde luego, abrir cuando el miedo a este virus está en la calle va a ser terrorífico para nosotros. Esperamos que todos podamos volver a abrir pronto".

El presidente de la Asociación de Sidrerías de Gascona está convencido de que las reglas y normas sociales establecidas para evitar la propagación del COVID-19 van a cambiar la manera de disfrutar del ocio en los bares, aunque no se atrevió a aventurar de qué manera "porque estamos en un escenario incierto". Asegura que "los hosteleros tendremos que evolucionar para adaptarnos a las nuevas reglas del juego" y que, a partir de ahora, no se debería compartir un vaso de sidra si no se descubre una vacuna. "Afortunadamente, la cultura de la sidra es mucho más que compartir vaso, y los asturianos la defenderemos", añadió.