Los trabajadores de la Fábrica de Armas de Trubia volverán a la actividad antes de lo esperado. A pesar de que la empresa Santa Bárbara aplicó a comienzos de abril un ERTE con el que se paralizaba la actividad de los 329 empleados de la factoría hasta el 30 de junio, este lunes se reincorporarán al trabajo en los talleres 60 de esos obreros con el objetivo de acelerar los prototipos del blindado 8x8 con los que la compañía aspira a un contrato del Ministerio de Defensa que podría generar numerosos puestos de trabajo.
Esta misma semana ya volvieron a sus puestos un número muy reducido de trabajadores. Según fuentes próximas a la fábrica, unas cinco personas por turno se encargan de poner todo a punto para dar la bienvenida a las seis decenas de compañeros encargados de acercarse al plazo tope del 30 de mayo fijado por Defensa para la entrega de los modelos que servirán para fabricar 348 unidades con una inversión total cifrada en 2.083 millones de euros.
A pesar de la difícil situación económica derivada de la crisis sanitaria, la ministra de Defensa, Margarita Robles, mostró esta misma semana su intención de adjudicar el contrato en los próximos meses con la vocación de generar numerosos puestos de trabajo que serán bienvenidos para tratar de contrarrestar la gran subida del paro provocada por el cierre de sectores tan importantes como el turismo.
Fuentes de la propia compañía dan por hecho que a las 60 incorporaciones previstas para el lunes se irán sumando poco a poco más empleados, que desde la aplicación del ERTE se encontraban en casa cobrando un 90% del salario. Del mismo modo, crecen los rumores que apuntan a que el contrato de los 8x8 podría llegar incluso antes del verano, dando un importante espaldarazo a la actividad de la factoría de Trubia, que vería garantizada su actividad durante los próximos años.
La plantilla parece ver la luz al final del túnel tras meses de incertidumbre con la vuelta al trabajo de algo menos de una quinta parte de los trabajadores. Fue en vísperas de la pasada Navidad cuando los trabajadores conocieron que la compañía había perdido el contrato con Defensa para garantizar la carga de trabajo durante una década. El Ministerio aseguró que la oferta de la sociedad del grupo General Dynamics presentaba varias carencias que hacía imposible una adjudicación dada por hecha al ser Santa Bárbara la diseñadora de los prototipos.
Interés extranjero
Las fechas siguientes a esos anuncios estuvieron marcadas por el interés de compañías de otros países en hacerse con el contrato, pero finalmente Defensa brindó la oportunidad a Santa Bárbara de presentar una oferta mejorada, que ahora estaría muy cerca de plasmarse en un contrato vital para la economía local.
