Peatonalizar ocho calles para ganar 100.000 metros cuadrados de espacio para paseos, terrazas y comercio. Ese es el objetivo con el que Oviedo iniciará a partir del lunes el cierre al tráfico de manera escalonada para ampliar las zonas de paseo seguro con las que cuenta actualmente el casco histórico.

La medida fue presentada esta mañana por los ediles de Seguridad, José Ramón Prado, y Urbanismo, Nacho Cuesta, quienes presentaron la medida como una especie de experimento "provisional" sin apenas estudios previos, cuya aplicación irá variando según la respuesta de los distintos actores de la ciudad.

Los cortes comenzarán en las calles Mendizábal, Ramón y Cajal y Pozo a partir de las once de la mañana del próximo lunes y en las semanas sucesivas se desarrollarán otras dos fases.

En la segunda fase, que entraría en vigor "a finales de la próxima semana o inicios de la siguiente, se quiere eliminar la circulación de vehículos a motor en las calles Fruela y la parte baja del Rosal.

La tercera fase, programada para una semana más tarde que la segunda, ampliaría la red peatonal a las calles Cabo Noval, Martínez Marina, Quintana y la parte alta del Rosal, obligando a establecer un doble sentido en Santa Susana.

Los ediles garantizaron el acceso a los residentes y anunciaron su intención de llevar el modelo a otras zonas de la ciudad como el entorno de la Losa. Aseguraron que en caso de resultar un éxito se acometerían obras para peatonalizar estas calles de manera permanente en un futuro.