A Teresa Fierro le ha ido bien en su tienda de moda de la calle Marqués de Pidal en la primera semana de apertura tras el confinamiento. "Es una tienda muy personalizada, con una clientela muy fiel que estaba esperando a que abriera", señala. Sin embargo, tiene muchas dudas respecto al futuro inmediato, sobre todo por las medidas que se puedan tomar en los próximos meses.
La incertidumbre es, a su juicio, el problema con el que se encuentran los comerciantes. Las rebajas, por ejemplo, que en un principio el Gobierno no iba a permitir y después ha aceptado. "Es muy habitual que diga una cosa y después rectifique", sostiene.
Teresa Fierro cree que, ahora, "la ciudad está apagada, y la mejor la mejor motivación para el consumo es que la gente salga a la calle a pasear, a las terrazas a las tiendas, necesitamos normalidad".
A su juicio, ha habido demasiado tiempo de confinamiento y es el momento de cambiar las cosas. "Afortunadamente en Asturias estamos mejor que otras autonomías", celebra, y espera que esa ansiada normalidad llegue cuanto antes.
