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Uría marca el paso

Los comerciantes aplauden la medida de señalizar el sentido de la marcha de los peatones en el primer eje comercial de la ciudad

Señalización del sentido de la marcha de los peatones en la calle Uría. IRMA COLLÍN

La nueva señalización que define el sentido de la marcha que deben utilizar los peatones que caminan por la acera de la calle Uría ha recibido el aplauso de los comerciantes de la principal zona comercial de la ciudad, aunque reconocen que muchos ciudadanos no la respetan, "más porque no se dan cuenta o no ven las pegatinas que por otra cosa", como apunta Moisés Otero, que tiene una joyería en la calle Uría.

Otero se fijó ayer por la mañana en las pegatinas que habían colocado el día anterior delante de su tienda. "Está muy bien, porque esta zona es por la que más gente hay en toda la ciudad y es complicado mantener la distancia, así que con estas indicaciones se podrá arreglar un poco". El empresario ha visto que son muchos los que no respetan lo que dicen las pegatinas, "pero yo creo que es porque no se dan cuenta", insiste.

A María Torreira, de la Cuentería Lakú, también le parece "muy buena idea" la nueva señalización "porque así cada uno tiene su espacio al caminar por la acera". Torreira destaca también la señalización que se ha pintado en los pasos de cebra y que indica por dónde se debe cruzar, "es casi mejor que la de las aceras", opina.

Blanca Martínez tiene una tienda de ropa, Piluca, en el extremo de la calle Uría más cercano a la estación del Norte. Es, tal vez, la zona de la vía en la que la acera de la tienda de Martínez, la de los portales pares, se vuelve más estrecha. Por eso ella considera muy importante la medida. "El martes salí un momento de la tienda a hacer unos recados y me di cuenta de que mucha gente no mantenía la distancia de seguridad porque era prácticamente imposible", explica. Así que ahora cree que con las pegatinas "se ordena un poco la forma de caminar y será más sencillo mantener esa distancia".

A pocos metros está la cafetería Uría 76. En ella, Marilu Jesualdo no ve tan necesario la colocación de estas pegatinas en el suelo. Ella cree que esta señalización "es un poco demasiado" porque entiende que "la gente ya sabe que hay que mantener la distancia de seguridad" para evitar los posibles contagios de coronavirus "y no hace falta que pongan pegatinas para decírnoslo", afirma.

La pandemia del coronavirus ha cambiado nuestros hábitos hasta el punto de condicionar cómo caminamos en la calle para tratar de mantener la distancia de seguridad que nos aleja del contagio. Es habitual ver cómo una persona modifica su trayectoria o incluso cambia de acera para no cruzarse con otro peatón. Pero hay momentos y zonas en los que por mucho que se intente y por muy buena voluntad que se tenga es prácticamente imposible mantener esa distancia de dos metros. Ahí es donde ha entrado el Ayuntamiento de Oviedo, que ha colocado pegatinas en las aceras de las calles Uría, Pelayo y Palacio Valdés informando a los peatones sobre cómo deben circular y recordándoles la obligación de llevar mascarilla.

La iniciativa se suma a la colocación de información de tránsito por los pasos de peatones que ya se instaló en diversas zonas de la ciudad, entre ellas los cruces de la calle Uría.

A los peatones aún les cuesta, pero los comerciantes, que a diario ven cómo el buen tiempo y las ganas de salir tras el confinamiento llevan a la calle a cientos de personas, creen que los ovetenses aún no se han acostumbrado a la nueva señalización. Especialmente en horas punta, cuando más afluencia de personas hay en las calles comerciales, es cuando más complicado le resulta a los paseantes ver las pegatinas y cumplir las normas.

En los próximos días el Ayuntamiento estudiará el impacto de la medida y la posibilidad de implantarla en otras calles de la ciudad para marcar el paso.

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