Los autores del proyecto solidario "100.000 croquetas. 100.000 sonrisas" donaron ayer 5.400 unidades de esta fritura a la Fundación Padre Vinjoy, una institución pionera en intervención socioeducativa y especializada en personas con problemas de audición, como parte de su plan de "dibujar sonrisas anticrisis" a los colectivos que más se han expuesto a la pandemia. Entre ellos figuran sanitarios y efectivos de servicios sociales).

En paralelo, siguen a la espera de recibir la autorización de Delegación de Gobierno para repartir gratuitamente las croquetas por el municipio en una "food truck" (furgoneta-bar).

El director de la Fundación Vinjoy, Adolfo Rivas, les recibió en sus instalaciones del Naranco. Uno de los padres del proyecto, Enrique Somolinos, acudió acompañado por reservistas para hacer la entrega, que fue una de las últimas que los autores del proyecto han hecho en Asturias en las últimas semanas. Con anterioridad, regalaron la misma cantidad de croquetas a la Cocina Económica de Oviedo y a la de Gijón. Es decir, ya han repartido, aunque no sea desde la "food truck", 16.200 croquetas.

Somolinos, Nacho Díaz Aguado, Marcos Fernández Pardo y José Luis González del Valle idearon el proyecto "100.000 croquetas. 100.000 sonrisas" al inicio de la pandemia. Su meta es instalar una "food truck" en diferentes zonas de la ciudad para repartir las croquetas que hayan logrado comprar con el dinero conseguido a través de una campaña de recaudación de fondos en la plataforma "GoFundMe". Parten de la base de que el precio de una croqueta es de 0,10 céntimos, así que si reúnen 10.000 euros podrán tener 100.000 croquetas. Al cierre de esta edición se habían recaudado 4.005 euros.

La comida precocinada viene congelada de Navarra y la furgoneta desde donde las freirán y repartirán también está allí. En estos momentos, los amigos tienen almacenadas en una nave con congelador industrial de la empresa Frigozero en Asturias un total de 8.974 croquetas.