Los apicultores Gonzalo Castro y Mabel Tuñón tirarán este fin de semana de labia y conocimientos para suplir la falta de tres de los cinco sentidos, todos necesarios para que el cliente se decida a comprar sus productos. El potencial comprador no tendrá olfato, tacto ni gusto durante la I Feria Virtual Agroalimentaria de la Feria de La Ascensión, una cita tradicional que se ha suspendido de manera presencial por la pandemia de coronavirus, pero que mantendrá parte de su esencia gracias a la tecnología desde hoy y hasta el domingo.
Este matrimonio ocupará de manera virtual uno de los 45 puestos de la plaza de la Catedral, a la que se podrá acceder únicamente por internet. "El mayor problema es no poder dar a probar la miel, pero lo suplo con muchas descripciones y explicaciones", comenta González, con base en Brañes.
Los productores -agrupados bajo el sello de calidad "Alimentos del paraíso"- echan de menos el mercado real, instalado habitualmente en La Losa, pero entienden que la pandemia actual por covid-19 ha obligado al Ayuntamiento a tirar de un plan B.
"Prefiero un puesto en la Losa, aunque ahora la venta 'online' es hacer de la necesidad virtud", cuenta Cecilia Fernández, una mujer que lleva junto a su hermana Sila un negocio de agricultura y ganadería llamada Casa Bartuelo. en Gozón. Fabes, verdinas, ternera y vacuno son los productos que ofrecen y todos bajo el sello de Indicación Geográfica Protegida (IGP). "Lo más bonito y auténtico de La Ascensión es la introducción de la vida rural en la ciudad. Es su marca distintiva. Me encantó participar el año pasado. Quizás ahora se desdibuje un poco, pero agradezco mucho el esfuerzo porque nos favorece a los productores", explica. El público podrá comprar "online" los productos que más le interesen (desde embutidos hasta dulces artesanales) sin moverse de casa o en cualquier parte usando un móvil, tableta u ordenador. Habrá también multitud de actividades -demostraciones culinarias o catas de sidra y vino- e incluso música en diferido. Así, la Banda de Gaitas "Ciudad de Oviedo" grabó el lunes un concierto en la plaza de la Catedral.
Algunos productores ya estaban bastante acostumbrados a la venta por internet logrando establecer un equilibrio entre la tradición y los nuevos tiempos. Cristina González Guardado participó presencialmente en la Feria de la Ascensión de los últimos dos años y esta vez, aunque con un giro radical, ha vuelto a decir que sí. "Los productores estaríamos muertos sin la tecnología, pero no hay nada como el tú a tú", reflexiona en su sede de Salas, donde regenta con otras dos personas Quesos Rebollín a través de la cooperativa Agrovaldés. Los tres se turnarán a lo largo del fin de semana para atender a los clientes desde el ordenador, la tableta o el teléfono móvil. "Mañana comeré en casa de unos amigos, así que, si en ese momento un cliente me llama, le recibiré por videollamada desde allí. Unas veces estaré en casa, otras en la base de la quesería y otras en la calle", matiza.
Como complemento a la feria virtual, un buen número de restaurantes de la ciudad ofrecerá el menú tradicional de la Ascensión (menestra, carne gobernada y tarta de queso con cerezas) durante el fin de semana gracias a la colaboración de Hostelería y Turismo en Asturias (Otea), la Asociación de Sidrerías de Gascona y la Ruta de los Vinos. Además, para ampliar el acceso al menú, existe la posibilidad de reservar mesa e incluso comprar los platos para disfrutarlos en casa.
