El lunes se sentará en el banquillo un joven acusado de realizar tocamientos a una compañera de clase, menor de edad, en un instituto ovetense el curso pasado. La Fiscalía del Principado solicita para él una condena de un año y dos meses de prisión por un delito de abusos sexuales y otro de acoso y que se le prohíba aproximarse a menos de 300 metros a la víctima, a su domicilio, lugar de trabajo, centro de estudios o cualquier otro lugar donde esté y comunicarse con ella durante cuatro años.

Según el ministerio fiscal, el acusado -que entonces tenía 21 años e iba a la misma clase de segundo de Bachillerato que la chica, de 17- abusó de ella desde diciembre de 2018. "En el curso de las clases, el acusado aprovechaba para sentarse al lado de la menor y dirigirse a ella con frases y expresiones de manifiesta referencia sexual, a la vez que le tocaba la cara, los muslos, le daba besos en la frente o la mejilla, incluso intentando, en una ocasión, meter su mano por debajo de la camiseta". Este comportamiento continuó unos tres meses más, cuando los hechos fueron expuestos a la dirección del instituto, dando lugar a la tramitación de un expediente sancionador que concluyó el 5 de abril de 2019 resolviendo la expulsión del alumno del centro educativo un mes, aunque finalmente el acusado abandonó el instituto motu proprio al solicitar el cambio de centro educativo.

A consecuencia de lo sucedido, la alumna sufrió trastornos psicológicos como un síndrome adaptativo (respuesta fisiológica a situaciones de estrés que implican la aparición de síntomas emocionales o conductuales significativos) del que tuvo que ser tratada por especialistas en psicoterapia de apoyo y estrategias de afrontamiento.

La vista oral está señalada para el lunes en el Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo, a las 09.30 horas. La Fiscalía, además de la condena, solicita para el joven una multa de nueve meses con cuota diaria de seis euros y responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. Y, por vía de responsabilidad civil, que el acusado indemnice a la joven con 1.000 euros por el daño moral sufrido, más el interés legal correspondiente.

Uno de los últimos casos de tocamientos en Oviedo se produjo hace dos años en el barrio de Otero, cuando los vecinos denunciaron a un octogenario por propasarse con las mujeres, algunas menores. Al parecer, aprovechaba cada vez que veía a una niña caminar sola por el entorno de las conocidas como torres blancas para, con la excusa de abrazarla, tocarle los glúteos o el pecho.