Lo que comenzó como una relación laboral y de amistad acabó convirtiéndose "en una pesadilla" para una joven de Oviedo que asegura haber sido acosada por un compañero de trabajo Al menos eso es lo que sostiene el fiscal del caso, que sigue solicitando un año de prisión para el acusado después de la vista que se celebró esta mañana en el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo. "Este señor estaba obsesionado con tener una relación sentimental con ella. Es realmente agobiante. Se trata de gente que no acepta un no por respuesta y que te amarga la vida", sostiene el representante del ministerio público.

Y es que el presunto autor de los hechos está acusado de haberle enviado más de doscientos mensajes de móvil y a través de redes sociales a la denunciante cuando ambos trabajaban juntos en una nave situada en Almacenes Industriales (Ciudad Naranco). Pero no sólo es eso. "Me siguió con el coche en varias ocasiones al salir del trabajo y empezó a hacer muchas cosas raras. Llegué a tenerle miedo porque me sentía perseguida. Hubo un momento en el que no podía dormir y no quería ir a trabajar para no encontrarme con él. Tuve que someterme a un tratamiento contra la ansiedad", afirma la joven.

Al principio todo iba bien. Eran amigos y de vez en cuando quedaban fuera del trabajo para tomar un café, pero él "empezó a obsesionarse", según la versión de la joven. "Insistió varias veces en mantener una relación personal conmigo y siempre le dije que no. Al principio se lo decía de forma suave, pero luego ya tuve que hacerlo más en serio. Él decía que le diera tiempo, que tenía que aprender a entender que no podía tener nada conmigo", añade.

Todo empeoró cuando la joven se fue a un concierto a Gijón y conoció a un chico. Tras ese episodio comenzaron a llegarle mensajes del tipo: "No puedo imaginarte besándote con otro" y otras intromisiones "en aspectos que eran de mi vida personal". El acoso fue tal, siempre según la denunciante, que tuvo que bloquearlo para que no le llegaran sus mensajes. "No razonaba, tuve que ponerlo en conocimiento de mis jefes", dice la chica.

El acusado, por el contrario, asegura que nunca tuvo intención de acosarla. "Le escribía porque no entendía que estuviese enfadada conmigo. Éramos amigos y tenía cambios de humor inexplicables. Sólo me ofrecí a llevarla a casa un par de veces porque llovía", asegura.