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La biodiversidad es una barrera natural contra las pandemias, advierten los expertos

Biólogos y ecologistas subrayan la importancia de mantener unos ecosistemas amenazados cada vez más por la acción de los humanos

Los biólogos y ecologistas que se dieron cita ayer telemáticamente en un encuentro organizado por la Cámara de Comercio, moderado por Ángeles Gómez, delegada institucional del CSIC en Asturias, se mostraron convencidos de que la biodiversidad es una barrera natural contra pandemias como la del covid-19, y advirtieron de que la creciente amenaza a los ecosistemas derivada de una acción humana cada vez más invasiva acabará por ir cada vez más en contra de la salud de los propios humanos.

Pero una cosa es constatar una realidad y otra muy distinta hacer algo al respecto. Martina Carrete, profesora de Ecología de la Universidad Pablo de Olavide, sostuvo que "cada vez abrimos más puertas que no sabemos qué tienen detrás" y cuyas consecuencias desconocemos. "Es importante saber mucho más de la biodiversidad, y no hay que olvidar que los virus son parte de ella", sostiene. Esta es una de las cosas que cree que deberíamos aprender de la pandemia.

La profesora tiene la sensación "de que somos demasiado prepotentes y que salir de esta situación probablemente para muchos será la sensación de reafirmarnos en la idea de que podemos con todo". En vez de esta actitud, habría que buscar "formas de que la biodiversidad pueda persistir".

Abundando en esta idea, Nicolás López, miembro de la Sociedad Española de Ornitología, señaló que "debería quedar claro que garantizando la conservación de los ecosistemas evitamos que las enfermedades de este tipo lleguen hasta los humanos", ya que los ecosistemas tienen mecanismos de amortiguación que cuando se degradan, desaparecen y llegan a los humanos.

"Garanticemos la conservación y dejemos a la naturaleza que desarrolle los mecanismos para defenderse; hay muchísimos virus de origen animal que están en el medio, y son parte también de nuestra propia biología", subrayó. A su juicio, "si algo tiene que salir de la pandemia es más inversión en conservación y en investigación".

Por su parte, el profesor de Ecología de la Universidad de Oviedo Mario Quevedo sostenía también que "debemos darnos cuenta de que hay que mirar a la naturaleza, aunque solo sea por salud pública". No obstante, como la mayoría de los ponentes de ayer, el profesor es escéptico respecto a la capacidad de concienciación que tendrá la pandemia. "Estamos cambiando a la fuerza, y eso no creo que mucha gente lo conciba como una oportunidad", señala. Sí sirve, no obstante, para observar algunas cosas, entre ellas "el papel que estamos teniendo todos los días sobre la biodiversidad".

Germán Orizaola, investigador del Instituto Ramón y Cajal, cree que lo importante es que todo esto "sirva de punto de partida para saber hasta qué punto la actividad humana puede afectar a la biodiversidad; espero que aprendamos algo". Otra lección necesaria a su juicio es "un apoyo a la ciencia más contundente, porque es lo más eficiente para enfrentar situaciones como la que estamos pasando. Cuanto más sepamos, más preparados vamos a estar". De ahí la necesidad "de que la financiación de la ciencia alcance niveles decentes, porque no hay economía si no hay salud".

El director de la Fundación Oso de Asturias, José Tuñón, dijo que "la naturaleza nos avisa de que si no la conservamos llegan enfermedades y pandemias como esta". Por eso, "no hay mejor vacuna que la conservación de la biodiversidad, sin ella estamos cada vez más indefensos; deberíamos sacar la lección de esto".

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